Kiev, 19 jul (EFE).- El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, anunció hoy que prepara demandas judiciales para que las organizaciones separatistas prorrusas de las regiones orientales de Donetsk y Lugansk sean calificadas como terroristas.
Poroshenko se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores holandés, Frans Timmermans, que llegó hoy a Ucrania para ayudar a que los cuerpos de los 192 holandeses que fallecieron en el avión malasio sean repatriados lo antes posible a su país.
El jefe de la diplomacia holandesa aseguró que su país «no descansará hasta que los culpables» del presunto derribo hace dos días del Boeing 777 malasio en el este de Ucrania controlado por los prorrusos «comparezcan ante la Justicia».
«Y no me refiero sólo a los que apretaron el gatillo, sino también a los que lo hicieron posible. Creo que la comunidad internacional debe unirse por esta razón», aseveró Timmermans en aparente alusión a Rusia, acusada de participar de forma indirecta en la catástrofe tanto por Kiev como por Estados Unidos.
El ministro holandés fue incluso más allá y dio por buenas las acusaciones vertidas hoy por Kiev contra los milicianos prorrusos que custodian el lugar del accidente, a los que el Gobierno ucraniano responsabilizó de haber sacado 38 cuerpos de las víctimas del lugar del siniestro.
«Estamos consternados ante las noticias de que los cuerpos pueden estar siendo trasladados. (…) La gente se indigna ante lo que se oye», dijo Timmermans.
El jefe de la diplomacia holandesa subrayó que la caída del Boeing malasio «ha abierto los ojos a Europa sobre lo que realmente sucede en Ucrania».
«Los Países Bajos serán a partir de ahora más activos para promover acciones mas decididas por parte de la Unión Europea», señaló en una clara alusión a la adopción de más sanciones económicas contra Rusia.
El Gobierno ucraniano acusó hoy a Rusia de ayudar a los separatistas «a destruir las pruebas de un crimen internacional».
«Los terroristas, con ayuda de Rusia, intentan destruir las pruebas de un crimen internacional. Nos dirigimos a la comunidad internacional e instamos a Rusia a retirar a sus terroristas para permitir a los expertos ucranianos e internacionales investigar las circunstancias de la tragedia», denunció el Gobierno ucraniano.
El Ejecutivo, que defiende la versión de que el avión fue derribado por los prorrusos, advirtió a los separatistas y a Moscú de las consecuencias que deberán afrontar por la tragedia.
«No habrá perdón para los criminales internacionales, ni tampoco para aquellos que apoyan a esos terroristas, los entrenan, financian y dotan de armas», señaló la nota de Kiev.