Los argentinos sueñan con coronarse hoy campeones del fútbol mundial por tercera vez en su historia en un país teñido de blanco y celeste que se paralizará cuando sus jugadores salten al césped del Maracaná para enfrentarse a Alemania.
A las 16.00 hora local (19.00 GMT), incluso los taxis y los autobuses dejarán de circular por las calles de Buenos Aires, donde miles de banderas argentinas e imágenes de los ídolos de la selección ondean en balcones y fachadas de edificios públicos.
Los mensajes de aliento al combinado dirigido por Alejandro Sabella se multiplican a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, donde muchos hinchas confiesan que no han podido dormir en toda la noche por el nerviosismo con el que aguardan el duelo decisivo.
Tras 24 años esperando volver a ver a su equipo en la final de un mundial, el país entero contiene el aliento y se encomienda a la estrella del equipo, Lionel Messi, y al centrocampista Javier Mascherano para levantar hoy la Copa del Mundo en Rio de Janeiro.
«Sólo le pido a Dios», titula a toda página el diario deportivo Olé, acompañado de una fotografía de Messi y de fondo la estatua carioca del Cristo Redentor.
El capitán de la selección copa también la portada del periódico Perfil, que ruega que «Messi despliegue las alas» y asegura que «todos esperan que sea la carta de triunfo en la final».
La responsabilidad del partido aparece repartida en otros medios, como Clarín, que publica una imagen de «La Pulga» junto a Ángel Di María y Ezequiel Lavezzi, y La Nación, que opta por una selfie de la selección y asegura que ante Alemania, hoy «Argentina golpea las puertas de la gloria».
El buen juego desplegado por el equipo de Joachim Löw durante todo el campeonato, en especial la humillante paliza que infligió a Brasil en la semifinal por 7-1, hace que Alemania parta como clara favorita y la afición argentina esté preparada para sufrir.
Aun así, los seguidores de la Albiceleste sueñan con romper los pronósticos y tomarse la revancha contra los alemanes, quienes les ganaron por la mínima en la final del Mundial de 1990 y fueron también sus verdugos en cuartos en los dos últimos campeonatos.
Los hashtags #ArgentinaCampeonBrasil2014 y #EstaCopaEsArgentina se convirtieron hoy en los temas del día de la red social Twitter en el país suramericano, donde miles de hinchas expresan su deseo de salir vencedores con eslóganes como «Vamos que se puede», «Vamos Argentina carajo» y «Vamos que ganamos».
Otros recuerdan que la Copa del Mundo siempre se ha quedado en el continente cuando se ha jugado en suelo latinoamericano y piden no romper la tradición, si hace falta con la ayuda del Papa Francisco, quien prometió ser neutral pese a sus orígenes argentinos.
Los fanáticos también instan a Messi, que ayer definió el partido de hoy como «el más importante» de su vida con la camiseta albiceleste, a emular a Diego Armando Maradona en 1986, cuando Argentina se impuso a los teutones por 3-2, y conseguir un triunfo que le asegurará un lugar definitivo en el Olimpo del fútbol mundial.
Hasta 100.000 aficionados se han desplazado hasta Rio de Janeiro para intentar conseguir una entrada para el partido o, al menos, poder festejar en las calles de una ciudad que respalda mayoritariamente a Alemania contra Argentina, su archirrival.
Tanto en la ciudad carioca como en las calles de toda Argentina, los aficionados tararean a todas horas el ya célebre «Brasil decime qué se siente», que ha sido adaptada para la final.
«Brasil decime qué se siente quedar afuera de local», corean hoy los aficionados por Buenos Aires, vestidos con la camiseta de la selección y la cara pintada de blanco y celeste, mientras que en la misma canción animan a su selección: «Te pusiste la de Irán, la de Suiza y Bélgica. Te queda la de Alemania en la final».
Buenos Aires, 13 jul (EFE).-