Los Ángeles (EE.UU.), 17 jun (EFE).- Este martes se cumplen dos décadas de la histórica persecución al exjugador de fútbol americano O.J. Simpson por las autopistas de Los Ángeles (Estados Unidos) horas después de que se emitiera una orden de búsqueda y captura contra él, acusado del asesinato de su exmujer y un amigo de esta.
El 12 de junio de 1994 su exesposa, Nicole Brown, de la que se había divorciado dos años antes, y Ronald Goldman aparecieron muertos a cuchilladas en las escaleras exteriores del jardín de la casa donde vivían ella y los dos hijos del matrimonio.
El 17 de junio la Policía emitió una orden de búsqueda y captura contra Simpson y dio pie a una multitudinaria persecución que se convirtió en un espectáculo televisivo seguido en directo por más de 90 millones de espectadores en el país.
Previamente, Simpson había sido declarado fugitivo por no haberse pre
sentado a las autoridades, que habían contactado a primera hora de la mañana con su abogado, Robert Shapiro, para informarle que debía entregar a su cliente.
Shapiro acudió a la residencia de Simpson en el Valle de San Fernando (California) y le informó que debía entregarse a las 11 de la mañana; en cambio, para el momento en que llegaron las autoridades pasado el mediodía, el exfutbolista y un amigo íntimo, Al Cowlings, habían abandonado la casa.
Poco después empezaba la persecución por parte de varios vehículos de la policía a la camioneta Ford Bronco blanca conducida por Cowlings, mientras Simpson permanecía oculto en la parte trasera y con una pistola apuntando a la cabeza de su socio.
Shapiro, en una rueda de prensa posterior, leyó una carta que había dejado Simpson en la que parecía amenazar con quitarse la vida.
«No sientan pena por mí. He tenido una gran vida, con grandes amigos. Por favor, piensen en el O.J. real y no en esta persona perdida. Gracias por hacer mi vida especial. Espero haber ayudado en la de ustedes. Paz y amor. O.J.», rezaba la misiva.
La persecución de dos horas, que comenzó en la carretera de Santa Ana a la altura de Orange County, prosiguió por la 91 y la 405 en la zona de Torrance hasta finalmente llegar al hogar del exdeportista en el barrio de Brentwood.
Simpson y Cowlings, una vez alcanzado su destino, comenzaron las negociaciones con la policía para entregarse, algo que sucedió unos 45 minutos después.
El proceso judicial que siguió, denominado por la prensa en EE.UU. como «el juicio del siglo», fue un fenómeno de masas transmitido en vivo por televisión.
Acusado de doble asesinato, el juicio finalizó nueve meses después, O.J. fue declarado «no culpable» y puesto en libertad después de que no aparecieran pruebas concluyentes en su contra.
En 1997, en un juicio civil, sí fue declarado responsable del doble asesinato y se le impuso el pago de una indemnización de 33,5 millones de dólares a la familia de las víctimas.
Simpson está actualmente en la cárcel como parte de una condena por un delito cometido en 2007, cuando ayudado por otros cinco hombres asaltó una habitación de un hotel en Las Vegas (Nevada) para hacerse con unos artículos de coleccionista entre los que había objetos que consideraba eran propiedad de su familia.
O.J. Simpson fue una leyenda del equipo de la NFL los Buffalo Bills. Considerado el mejor jugador del año en 1968, tras terminar su carrera deportiva en 1979 dio el salto a Hollywood donde apareció en sagas como «The Naked Gun» e incrementó su ya millonaria fortuna.