La ciudad de Minneapolis ha sido la elegida como la sede que acogerá la celebración del Super Bowl de 2018.
Los dueños de los 32 equipos de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) decidieron la sede de Minneapolis que se ha comprometido con la construcción de un nuevo estadio.
Los dueños tomaron la decisión después que Minneapolis construirá un nuevo estadio por valor de 1.000 millones de dólares que sustituya el viejo Metrodome y superó en la votación a Nueva Orleans e Indianápolis que también se habían presentado como sedes candidatas.
El nuevo estadio está previsto que se inaugure en la temporada de 2016.
«El nuevo estadio ha sido sin discusión el factor que ha decidido», declaró Jay Cicero, presidente del comité organizador de Nueva Orleans. «Cada vez que se da el apoyo popular a la construcción de un estadio por valor de 1.000 millones de dólares, los dueños de la NFL se muestran impresionados y sienten que hay que compensarlo».
Cicero destacó que su propuesta y presentación fue «fantástica», pero al final el factor estadio nuevo marcó la diferencia.
Nueva Orleans ya ha acogido 10 veces la celebración del Super Bowl y está empatada con el Sur de Florida, donde también se han disputado el mismo número de títulos de la NFL.
El último fue en el 2013 cuando los Raven de Baltimore vencieron 34-31 a los 49ers de San Francisco y aunque todo fue un éxito, el incidente del apagón que se dio en el Superdome, durante la segunda parte, y que duró más de 30 minutos afectó las posibilidades de su candidatura para 2018. Indianápolis, mientras, ya había sido sede también del Super Bowl en 2012.
La celebración del Super Bowl en 2018 será la segunda vez que tenga como sede la ciudad de Minneapolis, pues ya se disputó en 1992, cuando los Redskins de Washington se impusieron 37-24 a los Bills de Buffalo.
El próximo año, la sede del Super Bowl será la ciudad de Glendale (Arizona), mientras que la de Santa Clara (California) acogerá la edición número 50 y Houston la siguiente en 2017.
Redacción Deportes (EEUU), 20 may (EFE).-
