Por: Eduardo Bielsa.
El filósofo y pedagogo José Antonio Marina ha abierto las puertas de su «Universidad de padres», un proyecto «online» con el que ayudar a unos progenitores desbordados por el trabajo y los nuevos retos en educación, para hacer frente a una sociedad cada vez más compleja, en la que ha desaparecido el modelo universal de comportamiento a seguir.
«No es verdad que a los padres no les interese la educación de sus hijos, sino que a veces, no saben cómo hacerlo», asegura José Antonio Marina.
Los nuevos retos a los que se enfrentan padres y madres en la actualidad son cada vez mayores. Una sociedad más compleja implica que ellos y ellas se enfrenten a una nueva realidad ocupada, entre otras, por el avance de internet y las redes sociales.
Hoy en día ellos y ellas trabajan, con lo que el cuidado de los hijos, sin contar la suerte de los padres que cuentan con unos abuelos «salvavidas», queda en manos del libre albedrío.
Por ello, Jose Antonio Marina, director de la fundación «Universidad de padres», plantea una solución, «ofrecer a los padres un conocimiento claro, práctico y fácil de entender», que les permita contar con unos recursos suficientes para abordar la educación de sus hijos.
«No es verdad que a los padres no les interese, sino que a veces, no saben como hacerlo», asegura Marina en una entrevista con Efe.
Además, el pedagogo y filósofo considera que «en estos momentos se saben muchas cosas de educación, pero es más difícil ponerlo en práctica». Sobre todo, cuando «la sociedad actual se ha vuelto muy compleja y la familia está sometida a muchas tensiones internas, como puede ser el creciente número de separaciones y divorcios».
MÁS DESARROLLO, MÁS COMPLEJIDAD.
A partir del planteamiento de que los padres también podían volver a la escuela, nació «Universidad de padres», un proyecto pedagógico para colaborar con ellos durante el proceso educativo de sus hijos, de 0 a 16 años, y con una formación totalmente online.
«No podía hacerlo por el método tradicional de las escuelas de padres, porque no van», afirma Marina, que resalta «el individualismo que caracteriza a la sociedad actual, a diferencia del consenso que antes existía en torno a cómo había que comportarse».
La pluralidad de creencias y enseñanzas ha hecho que se trate de encontrar un método universal que salve las distancias entre unos y otros en beneficio de la educación de los hijos.
En el otro lado se encuentran los avances de la ciencia. Como explica Marina, «ha habido grandes descubrimientos en la psicología moderna, entre ellos, que una parte importante de los rasgos de carácter son aprendidos».
«El niño nace con un temperamento, pero a partir de él, empieza a actuar la educación, que puede incluso cambiarlo», agrega.
Con estas premisas, la fundación «Universidad de padres», en la que colabora también el Grupo Planeta, ha establecido programas «prácticos» organizados bajo un tutor y con la posibilidad de efectuar un «feedback» con otros progenitores a través de un sistema de foros.
LA CONCILIACIÓN ENTRE PATERNIDAD Y MATERNIDAD.
Por otra parte, la inserción laboral de la mujer y el derecho a la paternidad son dos de los avances más importantes de la sociedad actual en materia de igualdad, pero también dos de los nuevos retos para la educación.
Lo difícil de conciliar trabajo y familia, para ambos, plantea una nueva realidad, a la que también se añaden otros casos como el de los padres primerizos o los nuevos modelos de familia, ya sean monoparentales u homoparentales.
Con la finalidad de ayudarles, la «Universidad de padres», abandera un modelo educativo basado en la pedagogía de los recursos naturales, esto es, que «los niños vayan adquiriendo a lo largo del proceso educativo los recursos intelectuales, emocionales y operativos que les permitan irse enfrentando en buena forma con los retos, proyectos y dificultades que van a tener a lo largo de su vida», explica Marina.
«Uno de los descubrimientos de la neurología es que hay dos grandes periodos del aprendizaje: Los primeros años de la infancia y la adolescencia, que se ha convertido en una auténtica segunda edad de oro», destaca Marina.
Y es que, en contra de lo que la mayoría pueda pensar, Marina aclara que «una parte de los trastornos de los adolescentes no es por la invasión hormonal sino porque están rediseñando otra vez su cerebro».
«Es cierto que hay cosas que es más difícil cambiar a ciertas edades», añade el pedagógo sobre la adolescencia, que se ha convertido en la actualidad en el foco de gran parte de las dudas de padres y madres.
En cualquier caso, Marina concluye que «lo que estamos intentando es que los padres desarrollen la suficiente capacidad para poder acomodar los programas a su caso particular».
Lo cierto es que cada niño requiere una educación distinta, pese a que puedan existir mecanismos universales como la enseñanza de valores como la tolerancia y el respeto.
A un lado u otro del Atlántico encontramos situaciones y modelos educativos diferentes, pero el fin es el mismo: conseguir una buena educación en la base para convertir a los niños en el futuro de cada uno de sus países.
* La pluralidad de creencias y enseñanzas ha hecho que en la actualidad se trate de encontrar un método universal que salve las distancias entre unos y otros en beneficio de la educación de los hijos.
* Lo difícil de conciliar trabajo y familia plantea una nueva realidad, a la que se añaden otros casos como los nuevos modelos de familia.