Albert Traver Medellín (Colombia), 7 abr (EFE).- El VII Foro Urbano Mundial de ONU-Hábitat abrió hoy sus puertas en la ciudad colombiana de Medellín, un ejemplo de superación, con el objetivo de poner freno al problema que acosa a las urbes del mundo: la desigualdad creciente.
«La brecha entre ricos y pobres se ha ampliado no sólo en los países en desarrollo y las economías emergentes, sino también en los países desarrollados, e incluso en los países tradicionalmente igualitarios», alertó la ONU en el documento conceptual del evento.
Es por eso que el VII Foro Urbano Mundial tiene como principales objetivos lograr la receta para combatir la desigualdad y lograr la equidad en unas ciudades donde los llamados «slums» -favelas, comunas o villas-, no paran de crecer.
La elección de Medellín como anfitriona no es casual.
Los organizadores destacaron que se trata de una ciudad sumida en los años ochenta en la violencia del capo del narcotráfico Pablo Escobar y que hoy es un ejemplo de desarrollo en toda la región.
«Medellín no es una ciudad terminada, hay desigualdades, hay injusticias, pero es una ciudad que ha demostrado que se puede avanzar, que se puede dejar atrás el dolor, que se puede derrotar la oscuridad», dijo su alcalde, Aníbal Gaviria, durante la inauguración.
Pero la figura indiscutible del primer día del evento fue el cantante colombiano Juanes, que siempre ha demostrado su compromiso con Medellín, su ciudad, y con lograr el fin de la violencia asociada al narcotráfico y al conflicto armado.
Juanes fue aclamado por jóvenes y adolescentes que llenaron uno de los auditorios del VII Foro Urbano Mundial y que participaron en una asamblea donde fueron los protagonistas para proponer soluciones a los problemas que acosan a sus ciudades.
Más allá de estrellas, fue el director ejecutivo de ONU-Hábitat, el exalcalde de Barcelona Joan Clos, quien dio la voz de alerta ante la creciente desigualdad, acentuada desde el estallido de la crisis en 2008: o hay cambios o emergerán las «explosiones sociales».
«El desempleo juvenil es un drama que está dando pie a explosiones sociales que se detectan en diversas partes del mundo», dijo Clos, quien recordó que la primavera árabe la protagonizaron «jóvenes de las zonas urbanas con problemas de desempleo».
Clos afirmó que las desigualdades «están aumentando en la mayor parte de las zonas que se están urbanizando», en países emergentes y en economías desarrolladas.
«Si esta urbanización se hace como en los 25 pasados años vamos mal. Tenemos que pensar y planificar este proceso, no podemos aceptar una urbanización espontánea, sin dirección», alertó.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, en plena campaña política por la reelección, también asistió al evento más importante del año en Colombia que congregará a más de 25.000 asistentes en la segunda ciudad del país.
«Los invito a pensar en la gente, a desterrar la idea del urbanismo fácil, y a que trabajemos juntos por las ciudades sostenibles del presente y del futuro», dijo Santos.
El mandatario colombiano reveló además que Clos, quien gobernó la capital catalana durante 1997 y 2006, le regaló una camiseta del Fútbol Club Barcelona firmada por el mejor jugador del mundo, Lionel Messi.
Y Clos tampoco perdió la ocasión para lanzarle un guiño a Santos con su apoyo al proceso de paz que el Gobierno colombiano negocia con la guerrilla de las FARC en La Habana: «la familia de Naciones Unidas está de su lado», dijo.
Alcaldes de grandes urbes como Sao Paulo, Santiago de Chile, Johannesburgo o Barcelona, así como expertos de la talla del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz pasarán por Medellín durante los cinco días que durará el VII Foro Urbano Mundial, que cerrará el viernes sus puertas.
Medellín toma el relevo de la ciudad italiana de Nápoles, que en 2012 organizó la sexta edición de este evento y que a su vez sucedió a Río de Janeiro (2010), Nankín (China, 2008), Vancouver (Canadá, 2006), Barcelona (2004) y Nairobi, sede permanente de ONU-Hábitat, que acogió en 2002 el primer Foro Urbano Mundial.