El tercera base de origen dominicano, Alex Rodríguez, que recibió la sanción más severa en la historia del reglamento antidopaje del béisbol de las Grandes Ligas, reiteró que la decisión del mediador Fredric Horowitz había sido una «injusticia» más y lucharía por defender su inocencia.
Rodríguez ha sido suspendido por toda la temporada del 2014 y la fase final después de mantener 162 partidos sin que pueda jugar de los 211 que le impuso el comisionado del béisbol, Bud Selig.
A-Rod no podrá cobrar 22 millones de dólares correspondientes al salario de 25 millones que debía cobrar en 2014.
De hecho, los Yanquis de Nueva York, su actual equipo, ya están sopesando el dar de baja a Rodríguez cuando llegue el campo de entrenamiento de primavera el próximo mes de febrero, al que el pelotero espera acudir de acuerdo a su portavoz Ron Berkowitz.
La intención de los Yanquis es relegarlo a las ligas menores si se presenta al campo de entrenamiento, pero todavía no hay ninguna decisión al respecto, dado que esperan hablar con la oficina del comisionado para asegurar los términos exactos en los que va a que dar la suspensión.
Rodríguez ha hecho del conocimiento que él estará en Tampa, Florida, el próximo mes y Berkowitz lo confirmó al señalar que «hasta ahora, Alex (Rodríguez) está planeando acudir al entrenamiento de primavera».
Mientras los distintos expertos jurídicos valoraron las posibilidades reales que puede tener Rodríguez si su caso lo lleva ante un tribunal federal, el tercera base de los Yanquis insiste en su inocencia y en que se ha convertido en el objetivo del comisionado Selig para lavar la mala imagen del dopaje en el béisbol profesional.
«Tristemente, no es ninguna sorpresa lo del número de juegos, ya que la baraja estuvo en mi contra desde el primer día», declaró Rodríguez, según un comunicado oficial que ofreció tras conocer la decisión de Horowitz.
«Esta ha sido la decisión de un solo individuo, que no se sometió ante un jurado justo e imparcial, en la que yo no di positivo en ningún control antidopaje, arbitraria en cuanto a los hechos, contradictoria con respecto a los términos del reglamento antidopaje y el convenio laboral, que se sustenta en testimonios y documentos que no hubiesen sido aceptados en ninguna corte en Estados Unidos por ser falsos y poco fidedignos», señaló Rodríguez en el comunicado.
Rodríguez rechazó la decisión del árbitro y prometió recurrir a una instancia federal para revocar la sanción, aunque los jueces en raras ocasiones anulan los fallos de un mediador arbitral.
«Esta injusticia es el primer paso de las Grandes Ligas para abolir los contratos garantizados en la próxima negociación del contrato colectivo en 2016, imponiendo sanciones de vida por una sola infracción del reglamento antidopaje, y de paso escudar más a su corrupta estructura de investigación de cualquier tipo de defensa que los peloteros acusados puedan presentar o cualquier tipo de análisis subjetivo», destacó Rodríguez.
Por su parte, Anthony Bosch, el fundador y exdueño de la clínica antienvejecimiento Biogénesis, declaró a la cadena de televisión CBS, que Rodríguez fue meticuloso en su afán por explotar los beneficios de las sustancias para mejorar el rendimiento y su último objetivo era tratar de convertirse en el único miembro del club de los 800 jonrones.
En una entrevista concedida al programa «60 Minutos» de CBS, que se transmitirá esta noche, Bosch señaló que él personalmente inyectó a Rodríguez con sustancias para mejorar su rendimiento porque tenía «miedo a las agujas».
«Así que algunas veces, me pedía que lo inyectara», Bosch comentó en la entrevista, de acuerdo con un adelanto publicitario.
Una parte de la transcripción de la entrevista y los mensajes de texto que «describen a un Rodríguez reservado y un Bosch condescendiente», también fueron publicados por el periódico «New York Daily News».
«Traté de utilizar los elevadores de servicio. Con cuidado. Un montón de ojos», Rodríguez escribió a Bosch en un mensaje de texto en junio de 2012 en Atlanta, un día antes que conectara su grand slam número 23 con el que empató la marca de Lou Gehrig.
Otro segmento de «60 Minutos» además reveló que Rodríguez gastó «12.000 dólares al mes haciendo negocios con Bosch, de acuerdo con el diario.
Por su parte, Bosch señaló que la suspensión era justa, de acuerdo con su portavoz, Joyce Fitzpatrick, quien explicó que su cliente no sentía alegría por la suspensión a Alex Rodríguez, pero consideraba que la decisión arbitral fue apropiada, a la vez que se ofrecía para educar a futuros deportistas de los peligros de las sustancias que mejoran el rendimiento de forma ilegal.
Redacción Deportes (EEUU), 12 ene (EFE).-