El presidente israelí, Simón Peres, dijo hoy a su homólogo ruso, Vladímir Putin, que Rusia puede terminar con el derramamiento de sangre en Siria e influir en el proceso de paz entre Israel y Palestina.
«Rusia y usted, presidente, juegan un importante papel y pueden terminar con el derramamiento de sangre en Siria», espetó Peres a su homólogo ruso en una rueda de prensa tras una reunión bilateral.
Ambos líderes trataron además el enquistado conflicto árabe-israelí, ocasión que aprovechó Peres para pedir a Putin que influya en el proceso.
«Estamos en paz con Egipto, con Jordania, y queremos lograr la paz con Palestina, y Rusia puede jugar aquí un papel importante», indicó el líder israelí.
Por su parte, Putin manifestó que el diálogo es la única vía para solucionar el conflicto.
«El presidente (israelí) y yo entendemos la necesidad de resolver viejos conflictos. En primer lugar, el conflicto árabe-israelí, y el único camino para resolverlo es el diálogo», indicó Putin.
El programa nuclear de Irán, apoyado en su vertiente pacífica por Moscú y rechazado de manera tajante por Tel Aviv, que atribuye al mismo fines militares, también salió a escena en la reunión entre los jefes de Estado.
«Ni ustedes ni nosotros odiamos a Irán, pero queremos vivir en un mundo sin miedo. Tampoco los sirios son nuestros enemigos, pero lo que allí sucede nos preocupa», afirmó Peres.
El líder israelí destacó la responsabilidad que tienen ante toda la humanidad tanto Rusia como Estados Unidos, dos potencias nucleares y miembros permanente del Consejo de Seguridad de la ONU con mucha influencia en la comunidad internacional.
«Sobre sus hombros y los de (Barack) Obama, que es de nuevo presidente de Estados Unidos, pesa una gran responsabilidad. A pesar de todas las discusiones, existe una responsabilidad ante toda la humanidad», indicó.
Horas antes, al inaugurar junto a Peres el Museo de la tolerancia en Moscú, una iniciativa conjunta ruso-israelí, Putin aseguró que Rusia no olvidará nunca el Holocausto y la tragedia que vivió el pueblo judío durante la Segunda Guerra Mundial.
«No olvidaremos las víctimas que sufrió el pueblo judío en la lucha contra el nazismo y nunca olvidaremos el Holocausto», dijo.
Putin, citado por las agencias rusas, subrayó que la apertura del museo es un aporte común a la lucha contra la xenofobia y los nacionalismos.
«Estoy seguro de que este centro lo visitarán no solo los ciudadanos de Rusia de nacionalidad hebrea, sino todos los ciudadanos de Rusia, de cualquier pertenencia étnica y confesión», manifestó Putin.