– La mayor parte de la comunidad internacional saludó hoy el acuerdo nuclear provisional firmado en Ginebra entre Irán y la principales potencias con la excepción del gobierno de Israel, que expresó su rechazó y lo tildó de «error histórico».
El primero en expresar su satisfacción fue el presidente de EEUU, Barack Obama, quien aseguró que se trata de un «gran acuerdo» que «hace el mundo más seguro».
Obama confirmó que Irán congelará durante los próximos seis meses su controvertido programa nuclear con el objetivo de que éste sea «completa y exclusivamente para fines pacíficos».
«Por primera vez en casi una década, hemos frenado el avance del programa nuclear iraní, y las partes clave del programa se verán aplacadas», dijo el mandatario en una intervención desde la Casa Blanca.
El líder supremo de la República Islámica de Irán, ayatolá Alí Jameneí, felicitó al Gobierno del nuevo presidente, Hasan Rohaní, quien, por su parte, calificó de «éxito» el pacto nuclear, alcanzado a cambio de un alivio parcial de las sanciones internacionales que asfixian desde hace meses la debilitada economía nacional.
Rohaní se mostró dispuesto a disipar «todas las dudas» que tiene el mundo sobre el programa nuclear iraní y afirmó que la negociación para un acuerdo final empezará «de inmediato», pero también subrayó que el acuerdo supone el reconocimiento internacional del derecho de Irán de enriquecer uranio en su territorio.
La nota discordante la puso el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien mostró su más enérgico rechazo y tachó el pacto de «un error histórico», precisamente porque la comunidad internacional «por primera vez (…) ha aceptado el enriquecimiento de uranio por Irán».
«Lo que se acordado en Ginebra no es un acuerdo histórico sino un error histórico (…) Hoy el mundo se ha convertido en un lugar mucho más peligroso», dijo Netanyahu, para quien el acuerdo pone en peligro a muchos países, incluido Israel, por lo que su Gobierno no se verá «comprometido» con el mismo.
Horas depués, el propio Kerry le contestó asegurando que «Israel está ahora más seguro».
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) consideró el acuerdo como «un importante paso adelante» y se declaró listo para verificar su cumplimiento, según el director de esta agencia de la ONU, Yukiya Amano.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, declaró, por su parte, que lo alcanzado en Ginebra «podría convertirse en el inicio de un acuerdo histórico» en Oriente Medio.
E instó a los países interesados a hacer todo lo posible para «crear confianza mutua y continuar las negociaciones para extender el alcance de este acuerdo inicial».
Desde Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, calificó el pacto como un «paso decisivo para la seguridad global y la estabilidad», y el jefe del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo que «reducirá tensiones políticas y ayudará a construir confianza y apoyo a la promoción de la no proliferación de armas de destrucción masiva».
«Es un paso importante tanto para Irán como para el resto de la comunidad internacional, de cara a ofrecer garantías que demuestren la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní. Resolver esta cuestión de manera efectiva tendrá efectos significativos a nivel regional y global», indicó.
El líder ruso, Vladímir Putin, aplaudió este «paso decisivo» para «acercar la solución de uno de los problemas más complejos de la política mundial», pero advirtió de que es «sólo el primero en un largo y complejo camino».
El Kremlin señaló que el acuerdo supone una «ganancia para todos», muestra que «ha prevalecido el sentido común» y ayudará a «superar la peligrosa tendencia de los últimos años, cuando se intentó resolver por la fuerza situaciones conflictivas y de crisis en Oriente Medio».
El primer ministro británico, David Cameron, aseguró que lo sellado en Ginebra deja a Irán «más lejos de obtener armas nucleares» y «demuestra cómo pueden ser de persistentes la diplomacia y las duras sanciones para permitirnos avanzar en nuestros intereses nacionales».
«El buen avance sobre Irán está lejos del final, pero es una muestra de que la presión funciona. (…) Seguiremos aplicando las sanciones con firmeza para lograr un acuerdo final y completo que responda a las preocupaciones de la comunidad internacional», dijo.
El jefe de la diplomacia británica, William Hague, indicó que el acuerdo «demuestra que es posible trabajar con Irán» y agregó que ahora comienza «el duro trabajo de aplicar y construir el acuerdo».
«El acuerdo con Irán es bueno para el mundo entero, incluidos los países de Oriente Medio y los propios habitantes de Irán», consideró Hague, al tiempo que admitió las «preocupaciones legítimas» de Israel, pues «Irán tiene un historial de no revelar la verdad sobre su programa nuclear al resto del mundo».
Para el presidente francés, François Hollande, lo acordado en Ginebra es un «paso importante en la buena dirección» que «respeta las exigencias interpuestas por Francia», mientras para su colega alemán, Guido Westerwelle, «marca un punto de inflexión» y supone un «avance decisivo» hacia el objetivo común de «impedir el armamento atómico iraní».
Egipto calificó de «satisfactorio» el acuerdo y expresó su confianza en que se logre un pacto «permanente», y Siria felicitó a los iraníes por este «logro histórico que reafirma el importante papel de Irán en la seguridad y la estabilidad de la región».
Por su parte, la Autoridad Nacional Palestina subrayó que los resultados de Ginebra transmiten a Israel el mensaje de que «la paz en Oriente Medio es inevitable» y contribuyen a que la región sea libre de armas nucleares.
Redacción Internacional, 24 nov (EFE).