Washington, – El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ante el G20 del riesgo de que la excesiva austeridad sea «políticamente y socialmente insostenible» en la periferia europea y recomendó un ajuste «gradual».
«Otro riesgo es que la austeridad pueda ser políticamente y socialmente insostenible en los países de la periferia europea, ya que las reformas fiscales y estructurales tardarán años en completarse, indicó el informe del FMI presentado a los ministros del G20 reunidos el pasado fin de semana en México y divulgado hoy.
Por ello, recomienda que «la consolidación fiscal en las economías avanzadas debe desarrollarse de manera sostenida y gradual, mientras que los bancos centrales deben estar preparados para hacer más si es necesario».
El organismo internacional subrayó la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento mundial en su reunión de octubre en Tokio, en las que proyectó una expansión modesta de 3,3 % para 2012 y 3,6 % 2013.
Y recordó que las economías del G20, que agrupa a países desarrollados y emergentes, solo crecerán a un ritmo de 1,6 % este año y el próximo.
En Europa, reconoció que se habían realizado «progresos», pero sostuvo que la solución de la crisis de la eurozona requerirá la aplicación «oportuna y resuelta» por parte las autoridades europeas de la hoja de ruta hacia la unión fiscal y bancaria.
«El acceso a la financiación a unos costes razonables es esencial para permitir un ajuste exitoso», explica el FMI sobre Europa, que valora las medidas tomadas recientemente por el Banco Central Europeo (BCE).
Destaca, además, la bajada de las primas de riesgo de la deuda soberana en España e Italia, aunque siguen a niveles «altos».
Por otro lado, alertó sobre la amenaza inminente del «precipicio fiscal» en Estados Unidos, una abrupta combinación de recortes de gasto y subida de impuestos prevista para 2013, que podría tener implicaciones mundiales.
Según el FMI, esta aguda consolidación fiscal, de cerca de 4,5 % del producto interno bruto (PIB) estadounidense en 2013, «empujaría al país a una recesión con grandes posibilidades de contagio internacional».
De no aplicarse medidas que eviten los peores escenarios en Europa y EE.UU., el FMI señaló que «el mundo podría volver a una nueva desaceleración, con una profunda recesión en la periferia de la eurozona y una contracción o estancamiento en el núcleo y otras economías avanzadas».