La presidenta argentina, Cristina Fernández, quien fue dada de alta este domingo, se recupera en la residencia oficial de Olivos, mientras hoy continúa la campaña para las elecciones legislativas del 27 de octubre, en las que el oficialismo se juega mantener su mayoría parlamentaria.
Fernández fue dada de alta ayer por los médicos de la Fundación Favaloro de Buenos Aires, tras seis días de ingreso hospitalario durante los que la mandataria se recuperó de una intervención quirúrgica de la que siguen sin conocerse los detalles, como tampoco del traumatismo que provocó su enfermedad.
En estas circunstancias, Argentina continúa envuelta en la campaña para los comicios legislativos, para los que apenas quedan 14 días, y en los que el oficialismo buscará mantener la mayoría tras el traspiés que sufrió en las primarias de agosto.
Los principales candidatos siguen con sus actos proselitistas, una consigna en la que coincidieron cuando se dio a conocer el estado de salud de Fernández, que según las últimas encuestas difundidas en algunos medios de comunicación argentinos, no influirá en la decisión original de los votantes.
Al margen del estado de la presidenta, el principal candidato del gubernamental Frente para la Victoria (FpV) por la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, aseguró ayer que, desde su partido, se muestran confiados «en revertir el resultado» de las primarias.
Entonces, Insaurralde fue derrotado por el candidato bonaerense por el Frente Renovador (FR), Sergio Massa, antiguo jefe de gabinete de Fernández, quien obtuvo el 35,05 % de los votos frente al 29,65 % del representante del FpV.
En ese enfrentamiento, Insaurralde convocó a Massa a debatir cara a cara sus programas políticos, algo a lo que el cabeza de lista por el FR se resiste.
«Seguramente debe ser para que no nos demos cuenta de cuales son los proyectos que tienen, y las propuestas», dijo el candidato oficialista en un acto de campaña.
La veda electoral que desde el pasado sábado prohíbe al Gobierno realizar cualquier tipo de acto proselitista afecta directamente al vicepresidente argentino, Amado Boudou, quien, según la Constitución, ostenta la representación del Ejecutivo desde la enfermedad de Fernández.
Boudou, con una pésima imagen entre la ciudadanía por su presunta vinculación con casos de corrupción y enriquecimiento ilícito, y relegado a un segundo plano por su propio equipo de Gobierno, encabezará de aquí al 27 de octubre apenas unos pocos actos gubernamentales de escasa repercusión.
El Ejecutivo argentino ha pospuesto los anuncios que esperaba realizar para estos días y ha encomendado al vicepresidente actos menores, mientras desde la Casa Rosada se insiste en que es Fernández la que sigue manteniendo el control del Gobierno, según informan medios locales.
Un día después de ser dada de alta, la mandataria sigue recibiendo el apoyo de sus «vecinos», entre ellos el expresidente de Brasil Luiz Inácio «Lula» da Silva, quien, en una entrevista con el diario argentino «Página 12» aseguró que Fernández «no sólo es importante para la Argentina, sino para toda la región».
También, el Gobierno de Bolivia anunció hoy que el presidente Evo Morales viajará mañana a Argentina «para apoyar y ver cómo ha progresado su colega».
El mandatario informó en una rueda de prensa en La Paz que ha sido invitado a Argentina por dos universidades, pero que el objetivo principal de su visita será «dar fuerza a la compañera Cristina porque sabe el mundo que tiene problemas de salud».
Buenos Aires, 14 oct (EFE).-
