Estados Unidos será el principal motor de la economía global si logra solucionar la incertidumbre fiscal, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que adelanta que el país crecerá un 1,6 % este año y un 2,6 % en 2014.
«Se espera que el impulso al crecimiento global provenga principalmente de Estados Unidos, donde la actividad pasará a una marcha más a medida que la consolidación fiscal se suaviza y las condiciones monetarias se mantienen expansivas», agrega el Fondo en su nuevo informe de «Perspectivas económicas globales» divulgado hoy.
El Fondo valora el buen comportamiento mostrado por la economía estadounidense en 2013 pese al «excesivamente rápido y mal diseñado» plan de recorte en el gasto público puesto en práctica este año.
«Recientes indicadores sugieren que la recuperación subyacente está ganando terreno, favorecida por el repunte en el mercado inmobiliario», subraya el organismo internacional.
Asimismo, remarca el progresivo descenso del índice de desempleo en Estados Unidos, que ha pasado el 10 % de 2009 al 7,3 % en agosto pasado, aunque reconoce que «gran parte de la mejoría proviene de la menor participación (de los estadounidenses) en la fuerza laboral».
Otro elemento que ha ayudado a unas mejores perspectivas en Estados Unidos es la contracción de su déficit por cuenta corriente en el segundo trimestre de 2013, en parte por el incremento en producción nacional de energía.
No obstante, el FMI matiza que estas proyecciones se enmarcan en un escenario que asume que Washington logrará solventar sus problemas fiscales que han provocado el cierre parcial de servicios en la Administración y amenaza con una nueva crisis si no se eleva el tope de deuda federal de 16,7 billones de dólares antes del próximo 17 de octubre.
«Las proyecciones asumen que el cierre es corto, el gasto público discrecional se garantiza y el tope de deuda se eleva con celeridad», advierte el Fondo.
El economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, afirmó hoy en rueda de prensa posterior que aunque la atención está puesta en el cierre parcial de la Administración y el techo de la deuda, no hay que olvidar los recortes automáticos del gasto, «que están conduciendo a una consolidación fiscal este año demasiado grande y arbitraria».
«El cierre de la Administración es otro resultado negativo, aunque si no dura demasiado tendrá consecuencias macroeconómicas limitadas», afirmó Blanchard.
El economista insistió en que, por el contrario, el fracaso en aumentar el techo de la deuda antes del 17 de octubre sería «un gran suceso».
«Los efectos del fracaso al volver a pagar la deuda se sentirían de forma inmediata y conducirían potencialmente a grandes alteraciones en los mercados financieros, tanto en EE.UU. como a nivel internacional», alertó Blanchard.
«Creemos que el riesgo es bajo pero de materializarse tendría graves consecuencias», añadió.
Por otro lado, el informe del FMI reitera su respaldo a la expansiva política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que considera «apropiada» dada la aún tibia recuperación económica.
Pero aprovecha la ocasión para recomendar que la progresiva retirada del programa de compra de bonos, que podría iniciarse antes de finales de año, sea «calibrada con cuidado» y gestionada con una «comunicación eficaz».
Washington, 8 oct (EFE).-