Un informe de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicado hoy en Alemania advierte de la preocupante situación de los medios bajo el presidente ruso, Vladimir Putin, a quien califican como «uno de los mayores enemigos de la libertad de prensa en todo el mundo».
El informe, titulado «El Kremlin en todos los canales», basado en una treintena de entrevistas a periodistas, expertos en medios y observadores en Moscú y Berlín, critica la omnipresencia del oficialismo en los medios del país.
Según esta ONG, los tres mayores canales de la Federación rusa, «Perwyj Kanal», «Rossija» y «NTV», emitidos en abierto en todo el país y que constituyen la principal fuente de información para los rusos, están controlados directamente por el Estado o pertenecen a oligarcas y grupos de empresas cercanas al Kremlin.
Mientras tanto, los medios independientes sólo alcanzan a una parte reducida de la población y ven impedida su mayor difusión en el territorio ruso.
Así, recuerda el informe, en 2012 la televisión privada «Dozhd» vio rechazada su petición de entrar en el sistema de retransmisión general, quedando restringida a la emisión por cable o a través de satélite.
El estudio recalca también que poco después de acceder a su primer mandato en 2000, Putin desarticuló el concierto de medios privados y los reunió en uno, obligando a muchos periodistas a abandonar su trabajo o dejar el país marchando al extranjero.
La organización de informadores critica que durante las protestas masivas acaecidas en Rusia a finales de 2011 y principios de 2012 los participantes fueron difamados desde los medios oficiales y catalogados como «enemigos del estado».
Reporteros sin Fronteras recuerda que desde 2012 se endurecieron las penas por espionaje y revelación de secretos de Estado, con lo que se ha incrementado el peligro para los periodistas de ser denunciados por artículos críticos.
Además, desde 2013 está prohibido en los medios el uso de palabras malsonantes, la denigración de símbolos religiosos o la publicidad de relaciones sexuales no tradicionales.
Por otro lado, el informe de RSF critica la intención de las autoridades rusas de aprovechar los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi (suroeste de Rusia), para presentarse como un país «moderno, dinámico y abierto» pese al «autoritarismo del gobierno» y de la «represión de los derechos ciudadanos».
La ONG lamenta que los eventos y los éxitos deportivos sirvan como excusa para «ocultar el desprecio de los derechos del hombre y la restricción del trabajo de los periodistas».
Berlín, 7 oct (EFE).-