El presidente palestino, Mahmud Abás, consideró hoy que las actuales negociaciones directas con Israel «pueden ser la última oportunidad para la paz» y recalcó que los palestinos invertirán «todos sus esfuerzos» en que este proceso concluya con éxito.
En un encuentro en la Mukata de Ramala con una delegación de parlamentarios israelíes integrada por nueve diputados laboristas y uno del partido Hatnuá -que lidera la actual responsable israelí para las negociaciones de paz, Tzipi Livni- Abás subrayó que los palestinos no tienen «otra opción que alcanzar una paz justa».
«Damos la bienvenida a todos los socios y colaboradores en este esfuerzo», dijo Abás ante los miembros de la Kneset encabezados por el diputado laborista Hilik Bar, presidente del grupo de presión parlamentario israelí para el fin del conflicto con los palestinos.
Se trata de la primera vez que diputados israelíes visitan la residencia de Mukata en la actual legislatura, en un gesto para impulsar las actuales negociaciones de paz.
La visita se realizó en respuesta a la que efectuó el pasado 31 de julio una delegación oficial del partido Al Fatah al Parlamento israelí y durante la cual se izó por primera vez la bandera palestina en la Kneset.
Estaba previsto que acudieran también al encuentro de hoy diputados de Yesh Atid, la segunda fuerza política del país, pero finalmente no lo hicieron por desavenencias con el Partido Laborista, como tampoco los integrantes de la formación religiosa Shas, debido al grave estado de salud de su líder espiritual, Ovadia Yosef, que falleció esta mañana.
El caso de la niña de nueve años que resultó herida leve por disparos de un palestino la noche del pasado domingo en Psagot, un asentamiento judío de Cisjordania, también contribuyó a que algunos diputados no acudiesen al encuentro en la Mukata.
Abás destacó que durante la etapa de Ehud Olmert al frente del Gobierno israelí (2006-2009) hubo «negociaciones muy exitosas» entre palestinos e israelíes en las que «desgraciadamente se perdió una buena oportunidad».
Anunció que en las negociaciones actuales -cuyo único mediador es el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, recalcó- se ha empezado a hablar ya de temas como la seguridad, los refugiados, el agua o la cuestión de Jerusalén, y consideró que el período de 6 a 9 meses establecido «tiene que ser suficiente para concluirlas».
El presidente palestino se declaró «optimista», aunque advirtió de que la evolución de algunas políticas israelíes «puede llevar al fracaso» del proceso.
Entre éstas citó las incursiones de las fuerzas israelíes en territorio palestino, el incremento de los ataques por parte de los colonos, el deterioro de la situación en la Explanada de las Mezquitas y la continuación de la construcción en los asentamientos.
En referencia al caso de Psagot, Abás condenó cualquier forma de violencia contra cualquier persona por ambas partes.
Por su parte, el presidente de la delegación parlamentaria israelí destacó que la solución de dos estados es la única alternativa posible para resolver el conflicto y afirmó que cualquier otra sólo conseguiría prolongarlo.
«Una gran brecha de entendimiento separa a la sociedad palestina y la israelí, por lo que son necesarios estos encuentros y un mayor trabajo en este sentido, al margen de los encuentros de alto nivel de los respectivos líderes», señaló Bar.
También el portavoz parlamentario laborista, Itzhak Herzog, recalcó, en referencia a lo sucedido en Psagot, que «ningún acto extremo» debe condicionar las iniciativas políticas y la búsqueda de una solución al conflicto.
Herzog destacó que entre los 120 miembros de la Kneset una «clara mayoría» de 70 diputados está a favor de la solución de dos estados, a diferencia de anteriores legislaturas, cuando el número de parlamentarios favorables estaba en torno a 58 o 60.
«Representamos a una vasta y mayoritaria población israelí que quiere alcanzar la paz en base a la solución de dos estados», afirmó el portavoz laborista, quien invitó a Abás a dirigirse a los jóvenes israelíes en Jerusalén como lo hizo el presidente de EEUU, Barack Obama, el pasado marzo.
Por Javier García/Ramala (Cisjordania), 7 oct (EFE).-