
CIUDAD DE MÉXICO — Los legisladores de la Ciudad de México votaron el martes por abrumadora mayoría a favor de prohibir las corridas de toros violentas , lo que provocó la indignación de los aficionados y la celebración de los defensores de los derechos de los animales.
La legislación, aprobada por 61 votos a favor y 1 en contra, prohíbe la matanza de toros y el uso de objetos punzantes que puedan herir a los animales. También establece límites de tiempo para que los toros permanezcan en el ruedo, todo ello como parte de una iniciativa denominada «Tauromaquia sin violencia».
La decisión provocó furiosas protestas de aficionados taurinos y matadores, algunos de los cuales intentaron romper una barrera policial en el Congreso local. Algunos portaban carteles que decían: «Ser aficionado a la fiesta brava no es un delito, es un orgullo».
Mientras tanto, los manifestantes en defensa de los derechos de los animales y los legisladores que impulsaban el proyecto de ley celebraron, saliendo a las escaleras del Congreso rodeados de policías con equipo antidisturbios, agitando los puños y llevando muñecos de toros de peluche.
“Era esto o nada”, dijo Sofía Morín, activista animalista de la organización Cultura Sin Tortura, México Sin Tauromaquia, quien lidera la iniciativa para cambiar las leyes. “Preferimos esto porque, sin duda, es un gran paso en la protección de los animales”.
La jefa de gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada, del partido gobernante Morena, se hizo eco de los activistas que dijeron que la decisión convertiría a la capital mexicana en un lugar «que respeta los derechos de los animales».
La votación del martes pareció ser un intento de negociar un compromiso entre dos lados enfrentados del debate después de años de idas y vueltas sobre la práctica.
Las corridas de toros se han considerado desde hace mucho tiempo una tradición y un pasatiempo en Latinoamérica, pero han sido criticadas por crueldad animal, ya que los toros suelen ser sacrificados al final de la lidia. Organizaciones defensoras de los derechos de los animales afirman que aproximadamente 180.000 toros mueren cada año en corridas de toros en todo el mundo.
La tradición, que desde hace tiempo atrae a grandes multitudes a las plazas de toros de todo México, sufrió un duro golpe cuando un juez de la Ciudad de México prohibió la práctica en junio de 2022 , clausurando una plaza que se ha promocionado como la plaza de toros más grande del mundo. El juez dictaminó que las corridas de toros violaban el derecho de los habitantes de la ciudad a un ambiente sano y libre de violencia.
Mientras que los defensores de los derechos de los animales lo celebraron como una victoria y un paso hacia el fin de la sangrienta tradición, los toreros afirmaron que supuso un duro golpe económico para la ciudad. La Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia de México afirma que la tauromaquia genera 80,000 empleos directos y 146,000 indirectos en todo el país. En total, la industria genera aproximadamente $400 millones al año.
Esa era la preocupación de muchos entre la multitud que protestaba por el fin de las peleas violentas, mientras que otros, como Juan Pablo Pimienta, gritaban por megáfono: «Es una actividad donde el toro de lidia muere en una plaza de toros. Es su naturaleza… Es una bestia».
En 2023, la Corte Suprema de México revocó la prohibición sin explicaciones, permitiendo que las plazas de toros se volvieran a inundar de fanáticos de la llamada “fiesta brava”.
El martes, en un discurso ante el Congreso de la ciudad, el diputado del Partido Verde Jesús Sesma reconoció que la decisión enojaría a un segmento de la población de la ciudad.
“A las familias que hoy se sienten frustradas, les decimos que nadie perdió su trabajo”, dijo. “Hubo un acuerdo para continuar con estos espectáculos taurinos, pero ahora sin violencia”.