WASHINGTON – La Casa Blanca del presidente Donald Trump ordenó una pausa en todas las subvenciones y préstamos federales a partir del martes, una decisión radical que podría afectar los programas de educación y atención médica, asistencia para la vivienda, ayuda en caso de desastres y una serie de otras iniciativas que dependen de miles de millones de dólares federales.
En un memorando del lunes, el jefe interino de la Oficina de Administración y Presupuesto, que supervisa el presupuesto federal, dijo que el dinero se suspendería mientras la administración Trump revisa las subvenciones y préstamos para asegurarse de que estén alineados con las prioridades del presidente republicano, incluidas las órdenes ejecutivas que firmó la semana pasada para poner fin a los programas de diversidad, equidad e inclusión.
El memorando de la OMB decía que el congelamiento del martes incluía cualquier dinero destinado «a la ayuda extranjera» y a «organizaciones no gubernamentales», entre otras categorías.
La Casa Blanca dijo que la pausa no afectaría los pagos de la Seguridad Social o Medicare ni la «asistencia brindada directamente a las personas». Se supone que eso dejaría sin efecto los pagos por discapacidad y el programa de alimentos SNAP para los pobres, aunque no estaba claro si se verían afectados los programas de atención médica para veteranos y personas de bajos ingresos.
Trump, que asumió el cargo el 20 de enero, ordenó en cuestión de días detener prácticamente toda la ayuda nacional e internacional, después de congelar la asistencia estadounidense en el exterior la semana pasada. Estados Unidos es el mayor donante de ayuda a nivel mundial, con un desembolso de 72.000 millones de dólares en 2023.
Como parte de la suspensión de la ayuda extranjera, la administración comenzó a actuar el martes para detener el suministro de medicamentos vitales para el VIH, la malaria y la tuberculosis, así como suministros médicos para bebés recién nacidos, en países apoyados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
El memorando de la OMB es la última directiva en la campaña de la administración Trump para reformular drásticamente el gobierno federal, el mayor empleador del país.
En una tormenta de acciones ejecutivas, el nuevo presidente cerró todos los programas de diversidad, impuso una congelación de contrataciones, envió a los funcionarios de seguridad nacional a casa y trató de quitarles las protecciones laborales a miles de funcionarios públicos.
La congelación del gasto ordenada por la OMB entrará en vigor a las 5 pm ET (2200 GMT) del martes. Las agencias tienen hasta el 10 de febrero para presentar información detallada sobre los programas sujetos a la suspensión.
El gobierno federal proporciona dinero a un amplio grupo de organizaciones sin fines de lucro, muchas de las cuales reaccionaron con consternación.
«Desde la pausa en la investigación sobre curas para el cáncer infantil hasta la suspensión de la asistencia alimentaria, la seguridad contra la violencia doméstica y el cierre de líneas telefónicas de ayuda al suicidio, el impacto de incluso una breve pausa en la financiación podría ser devastador y costar vidas», dijo Diane Yentel, presidenta y directora ejecutiva del Consejo Nacional de Organizaciones sin Fines de Lucro, en una declaración.
La orden de Trump también podría causar turbulencias en los gobiernos estatales y locales que dependen de la ayuda federal para todo, desde la construcción de carreteras hasta los almuerzos escolares y el cuidado de niños en hogares de acogida. Ese dinero juega un papel especialmente importante en estados de bajos ingresos como Luisiana y Mississippi , que votaron por Trump por amplios márgenes en las elecciones de noviembre.
El memorando no eximió a las autoridades de brindar ayuda en caso de desastres naturales a zonas como Los Ángeles y el oeste de Carolina del Norte, que han sido devastadas por desastres naturales. Trump prometió apoyo gubernamental cuando visitó ambos lugares la semana pasada.