NUEVA YORK — El presidente electo Donald Trump amenazó con imponer nuevos aranceles radicales a México, Canadá y China tan pronto como asuma el cargo como parte de su esfuerzo por combatir la inmigración ilegal y las drogas. Dijo que impondría un impuesto del 25% a todos los productos que ingresen al país desde Canadá y México, y un arancel adicional del 10% a los productos procedentes de China, como una de sus primeras órdenes ejecutivas.
Si se aplican, los aranceles podrían aumentar drásticamente los precios para los consumidores estadounidenses de todo tipo de productos, desde gasolina hasta automóviles y productos agrícolas. Estados Unidos es el mayor importador de bienes del mundo, y México, China y Canadá son sus tres principales proveedores, según los datos más recientes del censo estadounidense.
Trump hizo las amenazas el lunes en un par de publicaciones en su sitio Truth Social en las que criticó el flujo de inmigrantes que cruzan a Estados Unidos ilegalmente, a pesar de que las detenciones en la frontera sur han estado rondando mínimos de cuatro años.
“El 20 de enero, como una de mis muchas primeras órdenes ejecutivas, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25% sobre TODOS los productos que ingresan a los Estados Unidos y sus ridículas fronteras abiertas”, escribió, quejándose de que “miles de personas están llegando a México y Canadá, lo que lleva el crimen y las drogas a niveles nunca antes vistos”, a pesar de que el crimen violento ha disminuido desde los máximos de la pandemia.
Dijo que los nuevos aranceles permanecerán vigentes “hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión de nuestro país”.
“Tanto México como Canadá tienen el derecho y el poder absolutos para resolver fácilmente este problema que lleva tiempo latente. Por la presente, exigimos que utilicen este poder”, continuó, “y hasta que lo hagan, ¡es hora de que paguen un precio muy alto!”
Un alto funcionario del gobierno canadiense dijo que el primer ministro Justin Trudeau y Trump hablaron después de las publicaciones de Trump. Ambos hablaron sobre la frontera y el comercio y tuvieron una buena conversación, dijo el funcionario. El funcionario no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el asunto y habló bajo condición de anonimato.
Trump también dirigió su ira hacia China, diciendo que ha “tenido muchas conversaciones con China sobre las enormes cantidades de drogas, en particular fentanilo, que se envían a los Estados Unidos, pero sin éxito”.
“Hasta que dejen de hacerlo, seguiremos cobrando a China un arancel adicional del 10%, además de cualquier arancel adicional, sobre todos sus numerosos productos que llegan a los Estados Unidos de América”, escribió.
La Embajada de China en Washington advirtió el lunes que habrá perdedores en todos los lados si hay una guerra comercial.
“La cooperación económica y comercial entre China y Estados Unidos es de naturaleza mutuamente beneficiosa”, publicó en X el portavoz de la embajada, Liu Pengyu. “Nadie ganará una guerra comercial o una guerra arancelaria ”. Agregó que China había tomado medidas en el último año para ayudar a frenar el tráfico de drogas.
No está claro si Trump realmente cumplirá sus amenazas o si las está utilizando como una táctica de negociación antes de regresar a la Casa Blanca el próximo año.
El candidato de Trump para secretario del Tesoro, Scott Bessent —quien, de ser confirmado, sería uno de los varios funcionarios responsables de imponer aranceles a otros países— ha dicho en varias ocasiones que los aranceles son un medio de negociación.
La semana pasada, antes de su nominación, escribió en un artículo de opinión en Fox News que los aranceles son “una herramienta útil para lograr los objetivos de política exterior del presidente. Ya sea lograr que los aliados gasten más en su propia defensa, abrir los mercados extranjeros a las exportaciones estadounidenses, asegurar la cooperación para poner fin a la inmigración ilegal e impedir el tráfico de fentanilo o disuadir la agresión militar, los aranceles pueden desempeñar un papel central”.
Trump ganó las elecciones en gran parte debido a la frustración de los votantes por la inflación, pero sus amenazas de aranceles plantean el riesgo de hacer subir aún más los precios de los alimentos, los automóviles y otros bienes. Si las presiones inflacionarias aumentan, la Reserva Federal podría verse obligada a mantener más altas sus tasas de interés de referencia.
Las amenazas de Trump se producen en un momento en que los arrestos por cruzar ilegalmente la frontera desde México han ido disminuyendo . Las cifras más recientes de Estados Unidos para octubre muestran que los arrestos se mantienen cerca de los mínimos de cuatro años, con 56.530 arrestos realizados por la Patrulla Fronteriza en octubre, menos de un tercio del total de octubre del año pasado.
Mientras tanto, las detenciones por cruzar ilegalmente la frontera desde Canadá han aumentado en los últimos dos años. La Patrulla Fronteriza realizó 23.721 arrestos entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, en comparación con 10.021 en los 12 meses anteriores. Más de 14.000 de los arrestados en la frontera canadiense eran indios, más de 10 veces la cifra de hace dos años.
La semana pasada, un jurado condenó a dos hombres por cargos relacionados con el tráfico de personas por su papel en una operación internacional que provocó la muerte de una familia de inmigrantes indios que quedaron congelados mientras intentaban cruzar la frontera entre Canadá y Estados Unidos durante una tormenta de nieve en 2022.
Gran parte del fentanilo que consume Estados Unidos se contrabandea desde México. Las incautaciones fronterizas de la droga aumentaron drásticamente durante el mandato del presidente Joe Biden, y las autoridades estadounidenses contabilizaron alrededor de 21.900 libras (12.247 kilogramos) de fentanilo incautados en el año fiscal 2024, en comparación con 2.545 libras (1.154 kilogramos) en 2019, cuando Trump era presidente.
Si Trump sigue adelante con los aranceles amenazados, los nuevos impuestos plantearían un enorme desafío para las economías de Canadá y México, en particular.
El dólar canadiense se debilitó drásticamente en los mercados de divisas inmediatamente después de la publicación de Trump.
Durante el primer mandato de Trump, su decisión de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y los informes de que estaba considerando aplicar un arancel del 25% al sector automotor canadiense se consideraron una amenaza existencial en Canadá. Canadá es uno de los países más dependientes del comercio del mundo y el 75% de sus exportaciones se destinan a Estados Unidos.
Los aranceles también pondrían en duda la confiabilidad del acuerdo comercial de 2020 negociado en gran parte por Trump con Canadá y México, el T-MEC, que reemplazó al TLCAN y será revisado en 2026.
La publicación de Trump en las redes sociales no deja claro cómo aplicaría legalmente los aumentos arancelarios a esos dos socios comerciales fundamentales de Estados Unidos, pero el acuerdo de 2020 permite excepciones de seguridad nacional.
Los funcionarios del equipo de transición de Trump no respondieron de inmediato a las preguntas sobre qué autoridad usaría, qué necesitaría ver para evitar que se implementen los aranceles y cómo afectarían los precios en Estados Unidos.
Cuando Trump impuso aranceles más altos durante su primer mandato, otros países respondieron con sus propios aranceles de represalia. Canadá, por ejemplo, anunció en 2018 la imposición de miles de millones de nuevos aranceles contra Estados Unidos en una respuesta de represalia a los nuevos impuestos al acero y al aluminio canadienses.
Muchos de los productos estadounidenses fueron elegidos por su impacto político más que económico. Por ejemplo, Canadá importa anualmente yogur por un valor de apenas 3 millones de dólares y la mayor parte proviene de una planta en Wisconsin, el estado natal del entonces presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan. Ese producto fue gravado con un arancel del 10%.
El gobierno canadiense, en una declaración conjunta de la viceprimera ministra Chrystia Freeland y el ministro de Seguridad Pública Dominic Leblanc, enfatizó la estrecha relación entre los dos países y dijo que discutirán la frontera y los vastos lazos económicos con la administración entrante.
“Canadá otorga la máxima prioridad a la seguridad fronteriza y a la integridad de nuestra frontera compartida. Nuestra relación actual es equilibrada y mutuamente beneficiosa, en particular para los trabajadores estadounidenses”, se lee en el comunicado.
Freeland, quien preside un comité especial del gabinete sobre las relaciones entre Canadá y Estados Unidos para abordar las preocupaciones sobre otra presidencia de Trump, ha dicho que la promesa del presidente electo de lanzar una deportación masiva y la preocupación de que eso pueda llevar a una afluencia de migrantes a Canadá, es un enfoque principal del comité.
Un segundo alto funcionario canadiense había dicho antes de las publicaciones de Trump que las autoridades canadienses esperaban que emitiera órdenes ejecutivas sobre comercio y fronteras tan pronto como asumiera el cargo. El funcionario no estaba autorizado a hablar públicamente y habló bajo condición de anonimato.
La Secretaría de Relaciones Exteriores y la Secretaría de Economía de México tampoco reaccionaron de inmediato a las declaraciones de Trump. Normalmente, asuntos tan importantes son tratados por la presidenta en sus conferencias de prensa matutinas.
La semana pasada, un alto funcionario de Comercio chino dijo que la imposición de aranceles más altos a las exportaciones chinas tendría consecuencias negativas, pues aumentaría los precios para los consumidores. El viceministro de Comercio, Wang Shouwen, también dijo que China puede gestionar el impacto de esos “shocks externos”.
