CANADÁ – El primer ministro Justin Trudeau dice que su liderazgo en el Partido Liberal no está en peligro, incluso mientras los miembros de su grupo parlamentario se preparan para confrontarlo el miércoles con la esperanza de convencerlo de que renuncie.
Él desestimó esas preocupaciones mientras se dirigía a su reunión habitual del martes con los ministros del gabinete.
Uno por uno, esos ministros expresaron su apoyo a Trudeau mientras hablaban con los periodistas camino a la reunión.
“Cualquiera que haya apostado alguna vez contra Justin Trudeau lamenta haber hecho esa apuesta al día siguiente”, dijo el ministro de Empleo, Randy Boissonnault.
Pero aunque los miembros del gabinete han defendido la permanencia de Trudeau como líder, varios parlamentarios liberales han firmado una carta que pretende convencerlo de que renuncie antes de las próximas elecciones.
No está claro cuántos miembros del equipo de parlamentarios de Trudeau planean confrontarlo, o cuál será exactamente su mensaje.
No hay manera de que el grupo liberal obligue a Trudeau a dimitir; la decisión de quedarse o irse dependerá en última instancia del primer ministro.
Hasta ahora, el diputado de Charlottetown, Sean Casey, es el único liberal que ha dicho públicamente que ha firmado la carta.
El ministro de Inmigración, Marc Miller, quien también es amigo personal de Trudeau, se manifestó en contra de los parlamentarios que esperan derrocar al líder.
“Cada minuto dedicado a esta basura es un minuto que no se dedica a Pierre Poilievre y a lo que quiere hacerle a este país”, dijo Miller a los periodistas.
Otros ministros sugirieron que un debate saludable dentro del grupo parlamentario era la mejor manera de unir al equipo.
“Cada vez que hay voces disidentes tenemos que abordarlas y escucharlas con atención”, dijo el ministro de Trabajo, Stephen MacKinnon.
“Tenemos que enfrentarlos y presentar una cara unificada a los canadienses”.
