CANADÁ – Un nuevo informe sobre la vida sexual de los jóvenes canadienses ha revelado un aumento alarmante de nuevas infecciones de transmisión sexual y del VIH entre este grupo demográfico.
La encuesta fue realizada entre marzo y abril de 2024 por la organización sin fines de lucro LetsStopAIDS . Incluyó una muestra de 1005 jóvenes canadienses de entre 18 y 24 años y otras 100 personas que se identificaron como LGBTQ2S+.
Según la encuesta, siete de cada diez jóvenes sexualmente activos que tuvieron encuentros sexuales inseguros o incómodos que implicaron la negociación del uso del preservativo no buscaron ayuda. El informe también reveló que el 14 por ciento de los encuestados se habían sentido inseguros porque alguien fingió usar un preservativo y/o se lo quitó antes o durante el acto sexual sin su consentimiento.
Este acto se conoce comúnmente como “stealthing”.
Cuando se preguntó a los encuestados si entendían el significado de “consentimiento”, uno de cada cinco dijo que no lo sabía.
Los investigadores dicen que los hallazgos “subrayan una necesidad crítica de que los jóvenes participen en conversaciones más abiertas y honestas con sus parejas sexuales” y amplíen su conocimiento de los derechos sexuales, las leyes de divulgación del VIH y los componentes esenciales de la educación sexual integral.
Según el informe, la mayoría de los encuestados indicó haber tenido una o más parejas sexuales en los últimos tres meses. Sin embargo, solo siete de cada diez se han realizado alguna vez pruebas de detección de ITS o VIH.
Entre quienes fueron diagnosticados con VIH o una ITS, casi el 34 por ciento no buscó tratamiento, un aumento respecto del 27 por ciento en 2022.
En lo que respecta al estigma y la divulgación, el 13 por ciento de los encuestados dijo que podrían haber contraído una ETS de una pareja que dijo que había dado negativo en la prueba y el cinco por ciento de los encuestados admitió haber ocultado información.
Los investigadores dicen que parte del problema podría deberse a que los proveedores de atención médica no hablan con los pacientes jóvenes sobre las opciones de pruebas de VIH. También sugieren que el actual programa de educación sexual está “anticuado” y deja a los jóvenes con poco conocimiento práctico.
El uso del preservativo también está disminuyendo. Casi el 64 por ciento de los encuestados afirmó que su uso es “inconstante” y uno de cada cinco admitió que nunca lo utilizaba.
Este patrón también se observó en el último informe de la Organización Mundial de la Salud sobre salud sexual y uso del condón.
“Sabemos que los jóvenes canadienses se enfrentan a desafíos a la hora de abordar temas como el consentimiento, las negociaciones sobre el uso del preservativo y la revelación de las ITS y el VIH”, afirmaron los investigadores en su informe. “Si bien estas conversaciones pueden ser difíciles, son esenciales para fomentar relaciones saludables y empoderar a los jóvenes para que asuman el control de su salud sexual”.
