Un nuevo informe de la Cámara de Comercio Canadiense envía una dura advertencia antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, diciendo que las políticas proteccionistas como los aranceles propuestos por Donald Trump podrían dañar las economías de ambos lados de la frontera.
El informe escrito por Trevor Tombe, profesor de economía de la Universidad de Calgary, dice que si bien la mayoría de los canadienses reconocen la importancia del comercio con Estados Unidos, los estadounidenses no tienen la misma comprensión sobre cuán intrincadamente están conectados los dos países, particularmente en un momento de incertidumbre geopolítica.
Funcionarios canadienses y grupos empresariales se han reunido con sus homólogos demócratas y republicanos en todo Estados Unidos, para asegurarse de que Canadá esté preparado para cualquier resultado de las elecciones de noviembre.
Ambos candidatos presidenciales han hecho campaña con políticas proteccionistas que podrían generar incertidumbre para el comercio canadiense. Quienquiera que llegue a la Casa Blanca estará a cargo durante la revisión del acuerdo entre Canadá, Estados Unidos y México en 2026.
“Ambas partes han avanzado en direcciones proteccionistas durante algún tiempo”, dijo Tombe.
Si bien se espera que la vicepresidenta Kamala Harris se mantenga cerca del camino de la administración Biden en las relaciones con Canadá, el mes pasado destacó su oposición al reemplazo del TLCAN que se negoció bajo la administración Trump, diciendo que permitía a las principales compañías automotrices subcontratar empleos estadounidenses.
Mientras tanto, Trump ha señalado sus planes de imponer un arancel generalizado del 10 por ciento a las importaciones si consigue un segundo mandato.
Esa propuesta causó preocupación en ambos lados de la frontera.
Kirsten Hillman, embajadora de Canadá en Estados Unidos, ha intentado apaciguar los temores diciendo que Washington probablemente no consideraría factible aplicar los aranceles en el caso de Canadá.
Si se implementaran los aranceles de Trump, dijo Tombe, dañarían las economías de ambos lados de la frontera internacional.
El informe, que utilizó modelos para estimar el impacto de los aranceles si se vuelven permanentes, sugirió que la medida reduciría el tamaño de la economía canadiense entre un 0,9 y un 1 por ciento, lo que resultaría en alrededor de 30 mil millones de dólares por año en costos económicos.
El informe estima que Estados Unidos sufriría costos económicos de alrededor de 125.000 millones de dólares al año.
Las cosas serían aún peores si otros países tomaran represalias con sus propios muros arancelarios. En ese caso, los ingresos canadienses caerían un 1,5 por ciento y la productividad un 1,6 por ciento, según el informe.
“Eso significa que Canadá perdió 45 mil millones de dólares en actividad económica”, dijo Tombe. “En términos generales, es aproximadamente la mitad del tamaño de una recesión normal. Es un golpe bastante fuerte”.
No es la primera vez que se propone una política de este tipo en Estados Unidos.
Tombe mencionó el “Shock Nixon” de 1971, cuando Estados Unidos impuso un recargo temporal del 10 por ciento a las importaciones, incluidas las procedentes de Canadá.
Entonces, como ahora, Canadá solicitó una exención, citando su papel único e integral como socio comercial confiable.
El arancel de Nixon duró sólo cuatro meses antes de ser revertido, pero las investigaciones han descubierto que resultó en una reducción del 2,6 por ciento en las importaciones totales a Estados Unidos desde Canadá.
El efecto probablemente sería mayor hoy, dijo Tombe, porque la naturaleza del comercio entre los dos países se ha vuelto más compleja y conectada.
Algunos expertos han advertido que la relación entre los dos países pasó de ser estratégica a transaccional a medida que Canadá se volvió menos crítico en comparación con otros lugares del mundo.
El nuevo informe señala que la relación económica entre Canadá y Estados Unidos es enorme, está profundamente interconectada y es mutuamente beneficiosa.
Se compone de “una red compleja de cadenas de suministro que abarcan muchos sectores”, señala el informe, y las exportaciones canadienses son utilizadas por las empresas estadounidenses como insumos para producir otros bienes.
“El comercio entre Canadá y Estados Unidos tiene efectos en cascada en toda la economía estadounidense, y Canadá es un proveedor fundamental y confiable de insumos”, señala el informe.
También hay inversiones transfronterizas, así como exportaciones que son más difíciles de rastrear en servicios como el turismo o la tecnología.
Si bien la economía estadounidense en su conjunto es más grande y generalmente depende menos de los flujos comerciales internacionales, Canadá es el principal destino de exportación de 34 estados.
En Michigan, el comercio con Canadá representa el 14 por ciento de la economía del estado. En Illinois, el 10,2 por ciento y en Wisconsin, el 6,7 por ciento.
Muchos estados del Medio Oeste son áreas de batalla clave en las elecciones y las políticas comerciales que afectan a Canadá tendrían un impacto desproporcionado en sus empresas y ciudadanos.
“Las consecuencias de la interrupción son bastante similares en ambos lados de la frontera”, dijo Tombe.
