Gaza – Cuando los tanques y tropas israelíes irrumpieron en las comunidades palestinas de la Cisjordania ocupada esta semana —una de las mayores operaciones militares de este tipo en años— un comentario del ministro de Asuntos Exteriores del país resonó fuerte en toda la región.
Israel debería recurrir a la «evacuación temporal» de los residentes palestinos de Cisjordania, si es necesario, para facilitar la lucha contra el terrorismo, escribió Israel Katz en las redes sociales , mientras las excavadoras israelíes excavaban carreteras, destruían edificios y dejaban un rastro de destrucción detrás de ellas.
Para muchos, esto planteó la posibilidad de que Israel pudiera estar adaptando el tipo de tácticas de tierra arrasada que ha empleado durante casi un año en Gaza a Cisjordania, más poblada y políticamente sensible.
Y que obligar a los palestinos de Cisjordania a abandonar sus hogares podría ser el primer paso para expulsarlos definitivamente.
«La gran operación militar israelí en Cisjordania ocupada no debe constituir la premisa de una extensión de la guerra desde Gaza, incluida la destrucción a gran escala», respondió Josep Borrell, el alto responsable de la política exterior de la Unión Europea.
Otros observadores veteranos del conflicto que duró décadas coincidieron.
«Parece que Israel no sólo no está poniendo fin a la guerra en Gaza, sino que la está expandiendo a Cisjordania», dijo
News Khalid Elgindy, miembro del Middle East Institute en Washington, DC.
La mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza han sido expulsados de sus hogares por el ejército israelí y obligados a vivir en tiendas de campaña en condiciones insalubres, creando un desastre de salud pública que ha permitido que enfermedades como la polio se propaguen.
Las autoridades sanitarias de Gaza afirman que más de 40.000 personas han muerto desde que comenzó el ataque de Israel en octubre pasado, y que decenas de miles más han resultado heridas.
Hasta el jueves, al menos 17 civiles y combatientes palestinos habrían muerto en las recientes incursiones en Cisjordania, incluido un líder de la Jihad Islámica en Tulkarem.
