WASHINGTON – Kamala Harris prometió un enfoque más duro hacia la inmigración a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos y dijo que no negará armas a Israel, en su primera entrevista con una importante organización de noticias desde que se convirtió en la candidata demócrata a la presidencia.
En una entrevista, Harris buscó demostrar que tiene el control de los temas y dar a los estadounidenses una idea de sus posiciones políticas a poco más de dos meses del día de las elecciones, el 5 de noviembre.
Harris dijo que renovaría su impulso a una legislación fronteriza integral que restringiría la migración a Estados Unidos y prometió «hacer cumplir nuestras leyes» contra los cruces fronterizos.
«Tenemos leyes que deben cumplirse y hacerse cumplir, que abordan y tratan con las personas que cruzan nuestra frontera ilegalmente, y debería haber consecuencias», dijo Harris.
También se mantuvo fiel al fuerte apoyo del presidente Joe Biden a Israel y rechazó los llamados de algunos miembros del Partido Demócrata de que Washington debería repensar el envío de armas a Israel debido al alto número de muertos palestinos en Gaza.
Dijo que apoya un Israel fuerte pero «debemos llegar a un acuerdo» para conseguir un alto el fuego en el conflicto de Gaza.
«No, tenemos que llegar a un acuerdo (de alto el fuego y de rehenes)», dijo Harris cuando se le preguntó si no entregaría armas a Israel. Harris ha sido la vicepresidenta de Biden desde el comienzo de su administración.
Abbas Alawieh, cofundador del Movimiento Nacional No Comprometido que ha protestado contra la política de Biden, expresó su frustración por la respuesta de Harris sobre Gaza.
«Si la vicepresidenta está interesada en un alto el fuego, debe apoyar el cese inmediato del envío de fuego», dijo Alawieh.
Harris, acompañada por su compañero de fórmula para vicepresidente, el gobernador de Minnesota Tim Walz, también dijo que le gustaría agregar un republicano a su gabinete si gana las elecciones.
«Creo que es importante tener en la mesa a personas que tienen diferentes puntos de vista y experiencias cuando se toman algunas de las decisiones más importantes. Y creo que sería beneficioso para el público estadounidense tener en mi gabinete a un miembro republicano», afirmó.
Desde que se convirtió en candidata demócrata a la presidencia el mes pasado, Harris ha subido en las encuestas, ha recaudado cientos de millones de dólares en donaciones de campaña y ha pronunciado una serie de discursos de campaña contundentes.
Ella lidera a Trump con 45% frente a 41% en una encuesta de Reuters/Ipsos publicada el jueves que mostró que el vicepresidente despertó un nuevo entusiasmo entre los votantes.
Algunos críticos sugirieron que podría ser menos pulida en situaciones no guionadas, como una entrevista televisiva, pero aparentemente no cometió errores importantes el jueves.
Harris defendió su gestión de la inflación y la de Biden, diciendo que heredaron una economía devastada por la pandemia que, según ella, Trump había gestionado mal. Dijo que se había trabajado mucho para reducir los precios, pero que «los precios siguen siendo demasiado altos».
Jeremi Suri, profesor de historia y asuntos públicos de la Universidad de Texas en Austin, dijo que Harris se mostró informada y «creadora de consenso» en la entrevista, pero que podría haber tenido «respuestas más concretas y específicas» sobre lo que haría en su primer día como presidenta.
Harris se
ha movido más hacia el centro en algunas cuestiones desde que se postuló a la presidencia en 2020 hasta que reemplazó a Biden el mes pasado como la elección de los demócratas para enfrentar al expresidente republicano Donald Trump en las elecciones.
Ha endurecido su postura sobre la migración en la frontera sur de Estados Unidos con México. Tampoco quiere que se prohíba el fracking, un método de producción de energía que emplea a muchas personas en Pensilvania, uno de los pocos estados clave que podrían decidir las elecciones.
Cuando se le preguntó sobre sus cambios políticos, Harris dijo: «Mis valores no han cambiado».
Harris desestimó un comentario de Trump en el que cuestionaba si ella era afroamericana. «El mismo viejo y cansado manual», dijo. «Siguiente pregunta, por favor».
En una publicación en Truth Social, Trump respondió a la entrevista diciendo: «Tengo muchas ganas de debatir con la camarada Kamala Harris y exponerla como el fraude que es». Trump a menudo se refiere falsamente a Harris como marxista.
Si bien ha respondido preguntas de periodistas durante la campaña electoral y ha sido entrevistada en TikTok en los últimos días, hasta el jueves no había realizado una entrevista personal con una cadena importante o un periodista impreso desde que Biden terminó su campaña de reelección el 21 de julio y la apoyó.
Bash, quien moderó el debate del 27 de junio entre Trump y Biden que finalmente condujo a la salida del presidente de la carrera, realizó la entrevista en Savannah, Georgia, mientras Harris y Walz estaban en una gira en autobús de campaña.
