El presidente venezolano Nicolás Maduro nombró el martes a un jefe del gobernante partido socialista para supervisar las fuerzas policiales del país, empoderando a un partidario de línea dura que ha prometido perseguir a los opositores del gobierno como parte de una ofensiva en curso que ha alarmado a los grupos de derechos humanos.
Maduro nombró a Diosdado Cabello Ministro del Interior como parte de una reorganización del Gabinete tras las controvertidas elecciones presidenciales del mes pasado .
Junto con Maduro, Cabello es uno de los más fervientes defensores de la llamada revolución bolivariana iniciada por el fallecido Hugo Chávez y durante mucho tiempo ha sido considerado la segunda persona más poderosa de Venezuela después de Maduro. Teniente retirado del ejército, luchó junto a Chávez en un levantamiento militar fallido en 1992 y más tarde se desempeñó como presidente interino cuando el propio Chávez fue derrocado en un breve golpe de Estado una década después.
Sin embargo, Chávez lo pasó por alto cuando eligió a Maduro —un civil sin pedigrí militar— como su sucesor poco antes de morir de cáncer en 2013. Desde entonces, ha desempeñado varios cargos, entre ellos el de presidente de la Asamblea Nacional y jefe del partido socialista gobernante. Hasta ahora, nunca había formado parte del gabinete de Maduro, una omisión que ha alimentado durante mucho tiempo las especulaciones sobre una rivalidad tácita entre ambos.
Grupos de derechos humanos temen que el nombramiento de Cabello como Ministro del Interior, con supervisión de las fuerzas policiales de Venezuela, intensificará la dura respuesta del gobierno a las protestas que estallaron después de las elecciones presidenciales del mes pasado, cuando Maduro fue declarado ganador a pesar de la fuerte evidencia presentada por la oposición de que su candidato prevaleció por un margen de 2 a 1.
“Si el nuevo gabinete es un indicador de lo que Maduro pretende hacer, el nombramiento de Cabello es un indicio de que habrá aún más represión”, señaló Juanita Goebertus, directora para las Américas de Human Rights Watch.
Más de 2.000 personas, entre ellas periodistas, políticos y trabajadores humanitarios, han sido detenidas desde las elecciones del 28 de julio. Es probable que la ola de arrestos ocupe un lugar destacado en una reunión especial que la Organización de los Estados Americanos celebrará el miércoles en Washington para analizar un informe sobre la represión elaborado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
El último opositor detenido es un abogado de la poderosa oposición María Corina Machado , a quien se le prohibió postularse para un cargo contra Maduro y en su lugar hizo campaña en apoyo de un candidato suplente de último momento, el ex diplomático Edmundo González.
“Están tratando de someternos, de distraernos y de aterrorizarnos”, dijo Machado el martes al denunciar lo que llamó el “secuestro” del asistente, Perkins Rocha.
“Seguiremos adelante, por Perkins, por todos los presos y perseguidos, y por toda Venezuela”, escribió Machado en la plataforma de redes sociales X. “Seremos libres”.
Cabello, de 61 años, ha estado entre los principales dirigentes que han pedido una respuesta contundente a quienes ponen en duda la victoria de Maduro. Con profundas raíces en las fuerzas de seguridad, su influencia se ha expandido a medida que los venezolanos se han cansado de Maduro y lo culpan de arruinar la economía rica en petróleo.
“Están escondidos como ratas, pero los vamos a atrapar”, dijo Cabello sobre varios opositores destacados en un discurso ante la legislatura controlada por Maduro un día después de las elecciones.
Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Suiza son algunos de los gobiernos que han sancionado a Cabello por una serie de supuestos delitos que van desde lavado de dinero hasta violaciones de los derechos humanos. Estados Unidos también ha ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares por su arresto para que enfrente cargos federales por liderar lo que los fiscales estadounidenses han llamado el “Cártel de los Soles”, una supuesta red de narcotráfico en la que participan militares venezolanos.
Cabello es quizás más conocido —y temido— por un programa de entrevistas semanal en la televisión estatal, llamado “Golpeándolo con un mazo”, en el que difama y ataca a los opositores del gobierno .
Maduro dijo que la reestructuración del gabinete tiene como objetivo “acelerar y profundizar los cambios que el pueblo necesita”. Como parte de la reestructuración, su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, también será ministra de Petróleo. Héctor Rodríguez, gobernador del estado Miranda, que rodea a Caracas y a quien algunos veían como una alternativa más joven a Maduro, fue elegido para ocupar el cargo de ministro de Educación.