El republicano Donald Trump y la demócrata Kamala Harris realizarán eventos de campaña opuestos este fin de semana en Pensilvania, el campo de batalla político que puede ser el estado más crítico en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre .
El expresidente Trump celebrará un mitin el sábado en Wilkes-Barre, en la zona noreste del estado. La vicepresidenta Harris realizará una gira en autobús por el oeste de Pensilvania que comenzará en Pittsburgh el domingo, antes del inicio de la Convención Nacional Demócrata el lunes en Chicago.
Pensilvania fue uno de los tres estados del Cinturón del Óxido, junto con Wisconsin y Michigan, que ayudaron a impulsar la victoria inesperada de Trump en 2016. El presidente Joe Biden, que creció en Scranton, Pensilvania, devolvió el trío a los demócratas en 2020.
Los tres estados son verdaderos indicadores: los únicos estados de Estados Unidos que han votado por el eventual ganador de la carrera presidencial en cada ciclo desde 2008.
Con 19 votos electorales de los 270 necesarios para asegurar la Casa Blanca, en comparación con los 15 de Michigan y los 10 de Wisconsin, Pensilvania puede ser el mayor premio en las elecciones de noviembre.
Un modelo estadístico creado por Nate Silver, el pronosticador electoral, estima que Pensilvania tiene más del doble de probabilidades que cualquier otro de ser el estado de «punto de inflexión», es decir, aquel cuyos votos electorales lleven a Harris o a Trump a la cima.
La entrada de Harris en la carrera después de que Biden pusiera fin a su campaña de reelección el mes pasado ha trastocado la contienda, borrando la ventaja que Trump había construido durante las últimas semanas de la inestable campaña de Biden. Harris aventaja a Trump por más de dos puntos porcentuales en Pensilvania.
rump ganó Pensilvania en 2016 por alrededor de 44.000 votos, un margen de menos de un punto porcentual, mientras que Biden se impuso por poco más de 80.000 votos, un margen del 1,2%.
Ambas campañas han hecho del estado una prioridad máxima, incluyendo la cobertura de las ondas de radio con anuncios. De los más de 110 millones de dólares gastados en publicidad en siete estados clave desde que Biden se retiró a fines de julio, aproximadamente 42 millones de dólares se gastaron en Pensilvania, más del doble que en cualquier otro estado, informó el Wall Street Journal el viernes.
Según AdImpact, los grupos demócratas y republicanos ya han reservado 114 millones de dólares en tiempo publicitario en Pensilvania desde finales de agosto hasta las elecciones, más del doble de los 55 millones de dólares reservados en Arizona, el siguiente total más alto. Esas cifras seguramente aumentarán, dado que la campaña de Harris aún no ha hecho ninguna reserva más allá del Día del Trabajo, el 2 de septiembre, según la firma.
Tanto Trump como Harris han visitado el estado más de media docena de veces cada uno este año. Trump resultó herido durante un intento de asesinato en su mitin en Butler, Pensilvania, el 13 de julio.
Trump ha dicho que volverá a Butler en octubre y también anunció que pronunciará un discurso sobre la economía en un acto de campaña en York, Pensilvania, el lunes. El compañero de fórmula de Trump, el senador JD Vance, pronunciará un discurso también en Filadelfia ese día.
El viaje de Trump a Wilkes-Barre el sábado en el condado de Luzerne tiene como objetivo consolidar el apoyo entre los votantes blancos sin educación universitaria que lo llevaron a la victoria en 2016. El condado de clase trabajadora votó por los demócratas durante décadas antes de inclinarse fuertemente hacia Trump en 2016, reflejando otras regiones similares en todo el país.
Harris y su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota Tim Walz, harán varias paradas en los condados de Allegheny y Beaver el domingo, según informó la campaña. La gira es la primera en la que Harris, Walz y sus cónyuges hacen campaña juntos desde su primer mitin como candidatos presidenciales en Filadelfia a principios de este mes.
Pensilvania estuvo en el centro de la estrategia ganadora de Biden en 2020 en los estados del Cinturón del Óxido: limitar los márgenes de Trump entre los votantes blancos de clase trabajadora y, al mismo tiempo, construir mayorías entre los votantes suburbanos e impulsar una mayor participación en áreas urbanas con grandes poblaciones negras.
La campaña de Harris está siguiendo una estrategia similar de «ganar en grande, perder en pequeño», apuntando a grandes márgenes en las ciudades y suburbios de Filadelfia y Pittsburgh, mientras limita las pérdidas en condados más pequeños como el condado de Beaver, donde Trump ganó el 58% de los votos en 2020.
