Un incendio forestal de rápida propagación alimentado por el calor abrasador del verano y fuertes vientos se extendió hasta las afueras de Atenas el lunes, quemando árboles, casas y automóviles y obligando a la evacuación de más de 25 ciudades y pueblos, dijeron las autoridades griegas.
Casi 700 bomberos apoyados por voluntarios, 190 camiones de bomberos y 33 aviones lanzadores de agua lucharon contra el incendio que estalló a las 15.00 hora local del domingo cerca de Varnavas, 35 kilómetros al norte de Atenas.
El lunes, el incendio, el peor en Grecia este año, había avanzado hasta los límites de los suburbios densamente poblados del norte de la capital, alrededor del densamente arbolado Monte Penteli, enviando columnas de humo al aire a través del horizonte.
Hasta el momento no hay informes de muertes.
Trece personas fueron atendidas por los rescatistas y el personal médico por inhalación de humo y dos bomberos por quemaduras, dijo el portavoz del cuerpo de bomberos, Vassilis Vathrakogiannis.
3 hospitales evacuados
Al menos 25 áreas se vieron obligadas a evacuar a sus residentes, dijeron funcionarios del gobierno, junto con al menos tres hospitales, y se produjeron cortes de energía en partes de la región de Atenas.
La policía ha ayudado hasta ahora a evacuar a más de 250 personas y algunos residentes pasaron la noche en refugios.
Los incendios forestales han sido habituales en Grecia durante mucho tiempo, pero el clima más cálido y seco asociado al cambio climático ha hecho que los incendios sean más frecuentes e intensos. Los incendios forestales avivados por el calor extremo también han asolado este mes algunas zonas de España y los Balcanes.
Mientras una falange de llamas se acercaba a los patios traseros de las afueras de Atenas, algunos residentes de Penteli se quedaron donde estaban, tratando de apagar los focos de fuego usando mangueras o ramas de árboles mientras el humo se arremolinaba a su alrededor.
«Duele, crecimos en el bosque, sentimos una gran tristeza y rabia», dijo Marina Kalogerakou, una residente de 24 años, con la boca y la nariz cubiertas por un pañuelo rojo mientras vertía un balde de agua sobre un tocón de árbol en llamas.
Otro residente, Pantelis Kyriazis, chocó su coche cuando intentaba escapar de las llamas. «No podía ver, choqué contra un pino y esto fue lo que pasó», dijo, señalando su coche dañado y cuidándose el codo que sangraba.
El invierno más cálido registrado
Este año, el país del sureste del Mediterráneo ha vivido el invierno más cálido de su historia y va camino de vivir el verano más caluroso de su historia. En grandes zonas de Grecia, incluida la zona donde se produjo el incendio de esta semana, ha llovido poco o nada durante meses.
Grecia está en alerta máxima por incendios al menos hasta el jueves, con temperaturas que podrían alcanzar los 40 grados. Las autoridades han pedido una respuesta de emergencia que involucre al ejército, la policía y voluntarios durante ese período.
El domingo, el incendio alcanzó una altura de 25 metros y se extendió «como un rayo», según los bomberos. Al caer la noche, una densa humareda oscureció el cielo de Atenas.
El incendio alcanzó el lunes la localidad de Grammatiko, al norte de Atenas, el municipio costero de Nea Makri y la ciudad de Marathonas. Las zonas que antes estaban bajo control parecen estar reavivándose, dijo el portavoz del cuerpo de bomberos Vathrakogiannis.
Los transbordadores de pasajeros que iban al puerto de Rafina fueron desviados a Lavrio, al sureste de Atenas, debido al avance del incendio.
Se pronostica que los vientos se intensificarán aún más, «tenemos un día muy difícil por delante», dijo Theodore Giannaros, investigador del Observatorio Nacional de Atenas, a la televisión estatal ERT.
El incendio recordó a los residentes un incendio de 2018 que mató a 104 personas en la ciudad costera de Mati, cerca de la capital.
El primer ministro Kyriakos Mitsotakis interrumpió sus vacaciones en la isla de Creta para visitar el centro de operaciones del cuerpo de bomberos el lunes.
