Una nueva encuesta muestra que la proporción de canadienses que se sienten pesimistas respecto del gobierno federal ha alcanzado un nuevo máximo.
Esto no debería sorprender a nadie. Años de políticas deficientes han dejado a los canadienses con una economía estancada y un nivel de vida en declive. A pesar de la reciente atención del gobierno de Trudeau a las generaciones más jóvenes, los jóvenes parecen ser los más pesimistas de todos.
Según la encuesta realizada por Nanos, el 39,8% de los canadienses se sentía “pesimista” respecto del gobierno federal, lo que representa el nivel más alto en siete años. Por otro lado, el 7,6% se sentía “satisfecho”, el nivel más bajo en siete años.
En términos más generales, el 68,7% de los encuestados manifestó sentimientos negativos (“enojo” o “pesimismo”) hacia el gobierno federal, mientras que solo el 16,3% manifestó sentimientos positivos (“optimismo” o “satisfacción”). El 15% restante no estaba seguro o simplemente no estaba interesado.
Una vez más, no sorprende que la mayoría de los canadienses tengan sentimientos negativos sobre Ottawa a la luz de la mala gestión fiscal y económica del gobierno de Trudeau.
Por ejemplo, debido a un gasto récord, el gobierno de Trudeau tendrá su décimo déficit presupuestario consecutivo en 2024-25, con una proyección de 39.800 millones de dólares. Estos déficits han contribuido a un aumento notable de la deuda del gobierno federal desde que el primer ministro Justin Trudeau asumió el cargo. Se espera que entre 2014-15 (el último año completo del gobierno de Stephen Harper) y 2024-25, la deuda federal bruta se haya duplicado hasta alcanzar los 2,1 billones de dólares. Y el gobierno de Trudeau no tiene planes de cambiar de rumbo. Se espera que los déficits continúen al menos hasta 2028-29 y las proyecciones sugieren que la deuda bruta aumentará otros 400.100 millones de dólares durante el mismo período.
¿Qué han ganado los canadienses con todo este gasto y deuda?
El gobierno de Trudeau ha ampliado su papel en la vida de los canadienses con la implementación de programas de gran alcance, como el de guarderías infantiles a 10 dólares diarios y atención dental nacional. Sin embargo, como el gobierno ha optado por utilizar el dinero de los contribuyentes para proporcionar servicios que ya se ofrecían de forma privada, muchos canadienses tienen menos opciones para utilizar mejor su dinero duramente ganado debido a la imposición de impuestos más altos. De hecho, el 86% de las familias de ingresos medios ahora pagan más impuestos que en 2015, lo que aumenta el costo de vida.
Al mismo tiempo, Ottawa y algunas provincias han gastado decenas de miles de millones de dólares en asistencia social corporativa con la promesa de que promovería el crecimiento económico. Pero en la última década, la economía ha registrado su peor desempeño desde los años 30; el nivel de vida canadiense ha estado en un declive histórico desde mediados de 2019.
Por último, la carga de la deuda pública y las malas perspectivas económicas pueden ser la razón por la que las generaciones más jóvenes son las más pesimistas. De hecho, entre los encuestados de 18 a 34 años, el 41,3% se mostró “pesimista” respecto del gobierno federal, mientras que sólo el 5,3% se mostró “satisfecho” (los porcentajes más alto y más bajo, respectivamente, en relación con todos los demás grupos de edad).
A pesar de la retórica del gobierno de Trudeau sobre la “justicia generacional”, las generaciones más jóvenes se enfrentan a una carga fiscal desproporcionadamente mayor en el futuro debido a la deuda acumulada en la actualidad. Mientras tanto, según las proyecciones a largo plazo, los niveles de vida canadienses caerán aún más por debajo de los de países comparables (incluidos Estados Unidos, Australia y el Reino Unido) en las próximas décadas.
Los canadienses están hoy en peor situación que hace diez años y deberían esperar impuestos más altos y una mejora relativamente pequeña de su nivel de vida en los próximos años debido a la mala política gubernamental. ¿Es de extrañar que se sientan pesimistas?
