El impacto en la economía no está claro, mientras los defensores buscan un camino para el estatus permanente
En su trabajo social, Jill Hanley se reúne con trabajadores migrantes que se ganan la vida como cuidadores, trabajadores de la construcción y camioneros en Quebec. Ve una nube de incertidumbre que se cierne perpetuamente sobre ellos, lo que dificulta la planificación de su futuro.
Eso incluye algo tan complejo como cuándo volverán a ver a sus hijos, o tan simple como firmar un contrato de arrendamiento.
«La gente termina viviendo en este limbo y sintiéndose desconectada de sus vecinos y de la comunidad», dijo Hanley.
A partir del 1 de mayo, esa nube puede volverse más turbia. Entonces entrarán en vigor las nuevas normas de Canadá sobre la contratación de trabajadores extranjeros temporales.
Como parte de su plan para reducir el número de residentes temporales en Canadá para 2027, Canadá está reduciendo el número de trabajadores extranjeros con salarios bajos que las empresas pueden contratar en la mayoría de los sectores del 30 al 20 por ciento de su fuerza laboral.
La atención sanitaria y la construcción permanecerán en el 30 por ciento, mientras que las industrias estacionales, como la agricultura, la pesca y el turismo, estarán exentas de un tope durante sus temporadas altas.
Los ministros de Inmigración y Empleo de Canadá, Marc Miller y Randy Boissonnault, han descrito la relación del país con los trabajadores extranjeros temporales como «adicta» y un «último recurso».
Miller dice que los cambios pretenden «alinearse mejor con las necesidades del mercado laboral».
Empleo y Desarrollo Social de Canadá dijo a CBC News que los cambios solo se aplicarán a las personas que soliciten venir a trabajar a Canadá a partir del 1 de mayo, lo que significa que los trabajadores extranjeros temporales que ya se encuentran en Canadá podrán continuar trabajando aquí.
Pero a medida que los cambios están a punto de entrar en vigor, algunos defensores y expertos que estudian la mano de obra migrante dicen que podría significar menos oportunidades para los trabajadores que ya están aquí, sin hacer nada para solucionar los problemas apremiantes del programa.
Y los economistas no están de acuerdo sobre lo que significarán los cambios para las empresas que dependen de esos trabajadores.
