NUEVA YORK –Los primeros siete miembros del jurado para el juicio por dinero secreto de Donald Trump se sentaron el martes después de que los abogados interrogaron al jurado sobre sus publicaciones en las redes sociales, opiniones políticas y vidas personales para decidir quién puede juzgar de manera justa al expresidente.
Los panelistas que fueron seleccionados son un trabajador de tecnologías de la información, un profesor de inglés, una enfermera de oncología, un profesional de ventas, un ingeniero de software y dos abogados.
Aún deben prestar juramento once personas más antes de que comiencen las declaraciones de apertura, la próxima semana, en el primer juicio penal de un ex comandante en jefe.
Es un momento de ajuste de cuentas para Trump, quien ha tratado de posponer sus procesamientos hasta después de las elecciones de noviembre y se presenta como víctima de un sistema de justicia con motivaciones políticas.
El juicio sitúa los problemas legales de Trump en el centro de su reñida carrera contra el presidente Joe Biden. Es el primero de los cuatro casos penales de Trump que llega a juicio, y puede ser el único en emitir un veredicto antes de que los votantes decidan si eligen al presunto candidato presidencial republicano.
El metódico proceso que se desarrolla en la sala del tribunal de Manhattan resalta el desafío de encontrar personas que puedan juzgar de manera justa al polarizado acusado en la ciudad donde construyó su imperio inmobiliario antes de ser elegido presidente en 2016. Aun así, la selección del jurado avanzó más rápido de lo esperado el martes por la tarde. Estaba previsto que se reanudara el jueves.
Al salir del tribunal, Trump se detuvo en el pasillo para criticar el caso ante los periodistas, acusando al juez Juan Merchán de «acelerar» el juicio. Él nego haber hecho nada malo.
«Vamos a continuar nuestra lucha contra este juez», dijo Trump, quien presionó sin éxito para que Merchan fuera retirado del caso.
Durante una aparición más tarde el martes en una bodega en Harlem, se le preguntó a Trump qué pensaba de los miembros del jurado que había visto. Dijo que era «un poco pronto para ver» y añadió: «Veremos qué pasa».
A lo largo de dos días, decenas de posibles jurados han sido excusados por decir que no podían ser imparciales o porque tenían otros compromisos. Los abogados de Trump desafiaron a un puñado de personas por publicaciones en las redes sociales, y una persona fue despedida por una publicación de 2017 sobre Trump que decía «¡Enciérrenlo!».
Varios aspirantes a jurado dijeron al juez que creían que podían decidir el caso de manera justa, sin importar sus sentimientos sobre Trump o sus políticas como presidente.
Trump observó en la sala del tribunal cómo los posibles jurados, cuyos nombres sólo conocen los fiscales, Trump y sus equipos legales, compartían detalles de sus vidas e impresiones sobre él. El juez amonestó a Trump en un momento después de que habló en voz alta e hizo gestos mientras el juez interrogaba a una mujer sobre una publicación en las redes sociales.