El Ejército de Israel anunció el domingo que había retirado sus fuerzas de la ciudad de Jan Yunis, en el sur de Gaza, aunque aseguró que las tropas simplemente se estaban reagrupando mientras se preparan para avanzar hacia Rafah, que alberga a unos 1,4 millones de personas.
“La guerra en casa continúa y estamos lejos de detenerla”, dijo el jefe militar, el teniente general Herzi Halevi.
La emisora local Canal 13 TV informó de que Israel se está preparando para comenzar a evacuar Rafah dentro de una semana y que el proceso podría llevar varios meses.
La retirada de tropas de Jan Yunis marca aun así un hito en la guerra, que ya alcanza los seis meses.
Pero fuentes militares citadas por AP, que hablaron bajo condición de anonimato debido a la política del Ejército, dijeron que una “fuerza significativa”.
Permanece aún en Gaza para continuar con operaciones específicas, incluso en Jan Yunis, ciudad natal del líder de Hamás, Yehya Sinwar.
El paisaje en la ciudad sureña es desolador. Imágenes de AP en Jan Yunis mostraron a algunas personas regresando entre edificios de varios pisos destrozados, y trepando por encima de los escombros.
Hay vehículos volcados y carbonizados. Además, el principal hospital del sur de Gaza, Nasser, estaba en ruinas.
“Todo son escombros”, dijo abatido Ahmad Abu al-Rish. “Los animales no pueden vivir aquí. ¿Cómo se supone que debe hacerlo un humano?».
Durante semanas, Israel ha prometido una ofensiva terrestre en la cercana Rafah. Pero la ciudad alberga a unos 1,4 millones de personas, más de la mitad de la población de Gaza.
La perspectiva de una incursión ha generado alarma internacional, incluso entre el principal aliado de Israel, Estados Unidos, que ha exigido ver un plan creíble para proteger a los civiles.
Mientras tanto, hacen reanudación en el cual el domingo se esperaba la reanudación en El Cairo de las negociaciones para lograr un alto el fuego a cambio de la liberación de los rehenes.
Una delegación israelí encabezada por el jefe de la agencia de inteligencia Mossad se dirigía a la capital egipcia, según un funcionario del país hebreo, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a tratar el asunto con los medios.
Días después del ataque aereo israeli que mato a siete trabajadores de World Central Kitchen, el chef español José Andrés, fundador de la organización humanitaria, dijo en declaraciones a medios, que el conflicto :
«no parece una guerra contra el terrorismo» o «para defender a Israel», sino que, «a estas alturas, parece una guerra contra la humanidad misma».
Las entregas de ayuda en una nueva ruta maritima que es crucial hacia Gaza fueron suspendidas.
«La humanidad ha sido prácticamente abandonada» en Gaza, declaró en un comunicado la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
La ONU y sus socios advierten sobre una “hambruna inminente” para más de un millón de personas en Gaza.
Mientras los trabajadores humanitarios instan a Israel a relajar las restricciones sobre la entrega de ayuda por tierra, la única manera de satisfacer las crecientes necesidades mientras algunos palestinos buscan malezas para comer.
Miles de camiones de ayuda han estado esperando para entrar a Gaza.