Una carta abierta firmada por el Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses y diversas mezquitas advierte a los parlamentarios que no serán bienvenidos en las mezquitas a menos que pidan un alto el fuego en Gaza, respalden la financiación para la agencia de ayuda de la ONU y condenen los «crímenes de guerra» de Israel. La carta, que se publicó recientemente, establece que aquellos que no hagan estas promesas públicamente no tendrán «una plataforma para dirigirse a nuestras congregaciones» durante el Ramadán.
La medida también insta a los parlamentarios a oponerse al envío de armas a Israel y a respaldar el derecho de los canadienses a expresar solidaridad con los palestinos sin temor a represalias. El Consejo Canadiense de Imames es una de las muchas organizaciones que respaldan la carta, enviando así un mensaje a los políticos sobre la necesidad de detener la violencia en Gaza.
La carta argumenta que el Ramadán, centrado en la humanidad, solo permitirá a los parlamentarios dirigirse a las congregaciones si comparten el compromiso con la humanidad. También señala la guerra en Gaza, que inició en octubre de 2023, con un ataque de Hamás en Israel, seguido por una respuesta militar israelí que ha cobrado la vida de miles de palestinos. El último espacio seguro en Gaza, Rafah, se prepara para una posible invasión terrestre. La Corte Internacional de Justicia emitió un fallo provisional de emergencia sobre la afirmación de Sudáfrica de que la guerra en Gaza equivalía a un acto de genocidio, dividiendo opiniones en el gobierno liberal de Canadá. Además, Canadá suspendió la financiación para la agencia de la ONU después de que Israel acusara a empleados de participar en el conflicto.
El director del Consejo Canadiense de Imames destaca que la carta busca enviar un «mensaje» a los políticos para que se comprometan a detener la violencia en Gaza. Advierte que los parlamentarios que se nieguen a firmar los compromisos corren el riesgo de perder el «capital político dentro de nuestras comunidades». A pesar de que las mezquitas son paradas comunes para políticos en campaña, los musulmanes canadienses expresan que ya no están dispuestos a aceptar «palabras vacías y falsas promesas» y exigen un cambio concreto en medio de la crisis en Gaza.