Canadá ha llamado al embajador del Kremlin en Ottawa para expresar su rechazo a las críticas rusas sobre la supuesta muerte del líder opositor Alexei Navalny en custodia. La Ministra de Asuntos Exteriores, Melanie Joly, condenó fuertemente la situación y pidió una investigación transparente sobre la muerte de Navalny, solicitando además la entrega del cuerpo a su familia sin demora.
La embajada rusa instó a Canadá a no interferir en los asuntos internos de Rusia, mientras el presidente Vladimir Putin fue acusado rápidamente de la muerte por líderes mundiales, incluido el primer ministro Justin Trudeau. Navalny, considerado un símbolo de esperanza en Rusia, falleció mientras cumplía una condena de 19 años en una colonia penal del Ártico.
La reacción de Canadá se suma a la indignación global por la muerte de Navalny, privando a la oposición rusa de su líder más destacado. Tras las críticas de Trudeau y otros funcionarios canadienses, la embajada rusa rechazó las acusaciones, mientras el Kremlin afirmó que eran infundadas. La viuda de Navalny, Yulia Navalnaya, acusó a Putin de la muerte de su esposo y denunció la negativa a entregar el cuerpo como parte de un encubrimiento.
Mientras tanto, en Rusia, se han producido detenciones de alrededor de 400 personas que intentaban rendir homenaje a Navalny con flores y velas. Monumentos a las víctimas de la represión soviética fueron acordonados, pero la gente sigue manifestando su respeto, colocando tributos a pesar de la retirada de las autoridades. Más de 75,000 personas han solicitado al gobierno ruso que entregue los restos de Navalny a sus familiares, destacando la condena y la exigencia de rendición de cuentas a nivel nacional e internacional.