La ciudad de Toronto experimentará cambios significativos en las regulaciones de pensiones a partir del 31 de marzo, permitiendo su operación en toda la ciudad, aunque con nuevas pautas y requisitos de licencia.
Esta medida busca abordar problemas asociados con pensiones no reguladas que han afectado a los vecinos y los inquilinos.
Los nuevos requisitos obligarán a los propietarios a obtener una licencia, cumplir con estándares consistentes y desarrollar planes detallados para abordar las preocupaciones de los inquilinos.
Sin embargo, algunos temen que el aumento de los requisitos pueda afectar el suministro de viviendas asequibles, mientras que defensores de la vivienda destacan la necesidad crítica de pensiones en una ciudad con escasez de viviendas asequibles.