Las elecciones en El Salvador sitúan a Bukele como ganador. Este domingo, los salvadoreños acuden a las urnas para participar en elecciones presidenciales y legislativas que destacan el equilibrio entre seguridad y democracia en el país centroamericano.
Nayib Bukele, el actual presidente, enfrenta las urnas con altos índices de aprobación y con poca competencia significativa, lo que lo encamina a un posible segundo mandato.
A pesar de la prohibición constitucional de la reelección, cerca del 80 % de los votantes respaldan a Bukele, según una encuesta de la Universidad de Centroamérica en enero.
Esto, a pesar de las críticas durante su primer mandato, las cuales señalan que Bukele debilitó el sistema de controles y equilibrios del país.
Elecciones en El Salvador con antiguos partidos que no lideran
Los partidos tradicionales de izquierda y derecha, ARENA y FMLN, que históricamente han ocupado el poder, han quedado desacreditados por corrupción e ineficacia. Sus candidatos presidenciales de este año luchan en las encuestas con cifras de un solo dígito.
Bukele, conocido por autodenominarse «el dictador más genial del mundo», ha ganado popularidad por su mano dura contra las pandillas, aunque su administración enfrenta acusaciones de abusos contra los derechos humanos.
A pesar de estas críticas, la violencia en el país ha disminuido significativamente durante su mandato, transformando a El Salvador, de ser uno de los países más peligrosos del mundo a uno de los más seguros.
Marleny Mena, una empresaria de 55 años, representa a votantes que, a pesar de las preocupaciones sobre medidas antidemocráticas, están dispuestos a respaldar a Bukele debido a la mejora en la seguridad del país.
La jornada electoral refleja la complejidad de las prioridades para los salvadoreños, donde la seguridad y la estabilidad compiten con las inquietudes democráticas en la toma de decisiones.
