El ataque limitado a Siria durará solo unos pocos días, se ejecutará con bombardeos de misiles guiados y vendrá en dos oleadas para que Estados Unidos y sus aliados puedan evaluar en un primer momento la efectividad de sus operaciones, informó la cadena CNN.
Fuentes del Gobierno estadounidense han indicado a CNN que el ataque se centrará en objetivos militares de las fuerzas leales al líder sirio Bachar al Asad, en «castigo» por el uso de armas químicas a gran escala en barrios de las afueras de Damasco el pasado miércoles 21 de agosto.
El ataque se llevaría a cabo por medio de misiles guiados del tipo «Tomahawk» lanzados desde destructores y submarinos en el Mar Mediterráneo y, según el diario The New York Times, irían dirigidos a algo menos de medio centenar de objetivos estratégicos.
Entre ellos, el diario indica que no se incluirían los centros de almacenaje de arsenales químicos, por miedo a desatar una catástrofe medioambiental o humanitaria, pero sí unidades de artillería y centros de mando implicados en los ataques químicos denunciados.
Otros objetivos podrían incluir bases aéreas donde operan helicópteros de fabricación rusa, y se debate si ampliar el ataque contra unidades comandadas por la familia Asad o contra instalaciones presidenciales.
El ataque, que funcionarios dijeron a la NBC que podría iniciarse este mismo jueves, comenzaría con una primera oleada, a la que seguiría una evaluación de los daños por parte de aviones espía y satélites, y una segunda tanda de bombardeos.
Asimismo, fuentes gubernamentales revelaron a la CNN que las conclusiones de un informe de inteligencia que prepara EE.UU. para justificar la intervención podrían darse a conocer hoy mismo, o en todo caso antes de que acabe la semana.
En ellas, se incluirían datos sobre comunicaciones del Ejército sirio y fotos de satélite de instalaciones de armamento químico, que supuestamente probarán la responsabilidad del régimen en el ataque.
La ONU dijo hoy que si Estados Unidos tiene pruebas de la autoría del presunto ataque con armas químicas de la semana pasada a las afueras de Damasco debe compartirlas con el equipo de expertos que se encuentra actualmente sobre el terreno investigando el ataque.
El supuesto ataque militar sería limitado y, según el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, no incluirá «tropas sobre el terreno», y no tiene como objetivo conseguir un cambio de régimen, algo que obligaría a que EE.UU. y sus aliados se vieran involucrados en el conflicto de manera más profunda.
En entrevista con la CNN, el senador republicano y candidato presidencial en 2008, John McCain, dijo que EE.UU. debería aprovechar para iniciar una «acción seria» que cambie la marcha de la guerra civil siria, por el momento favorable a las fuerzas leales a Al Asad, y conseguir la salida del poder del presidente sirio.
En opinión de McCain, el conflicto es ya una crisis regional que debe ser detenida, debido -a su jucio- a que Obama y el Pentágono han actuado con templanza haciendo creer a Damasco que sus acciones contra los población civil no conllevarían consecuencias.
Según The New York Times, el temor de Estados Unidos a intervenir en el conflicto sirio, aun de manera limitada, es que aumente la presión del flujo de refugiados sobre Turquía o Jordania y que grupos como Hizbulá, que respaldan a Al Asad, decidan ataques de represalia.
Washington, 27 ago (EFE).-