El tenista español David Ferrer calificó hoy su debut en el Abierto de Estados Unidos, en el que se impuso al australiano Nick Kyrgios por 7-5, 6-3 y 6-2, como «el mejor partido» de su gira americana de este verano, un encuentro en el que ha tenido «más chispa».
«He estado con chispa, moviéndome bien, tirando bien de revés», aseguró en una conferencia de prensa tras superar la primera ronda del último Grand Slam del año, donde ha encontrado «ese punto de velocidad» que dice le faltó en los Masters 1000 de Montreal y Cincinatti.
Tras superar a su rival en una hora y 51 minutos en un partido en el que logró 13 puntos directos, Ferrer se tendrá que enfrentar a su compatriota Roberto Bautista, que ganó hoy sin problemas por 6-3, 6-2 y 6-2 al brasileño Thomaz Bellucci.
El valenciano reconoció que en las últimas semanas ha jugado «muy mal tenísticamente». «Hacía años que no jugaba tan mal, no he sabido encontrar mi tenis», dice sobre estos últimos torneos, por lo que su estreno en el Abierto de EEUU ha sido «el mejor» de toda su gira americana y confía «en seguir en esta línea».
Sobre la posibilidad de llegar a hacerse por fin con un Grand Slam, Ferrer dijo que es «más difícil que cuando tenía 27 años» y reconoció que es muy complicado batir a las tres mejores raquetas del mundo, el serbio Novak Djokovic, el español Rafael Nadal y el escocés Andy Murray.
El tenista, de 31 años, declaró que ahora le cuesta más que antes recuperarse de cualquier lesión.
«Bajo las escaleras de lado como un abuelo, a mí me cuesta mucho más recuperarme, necesito cuidarme mucho más, ser más profesional, pensar más en mi carrera tenística, antes podías hacer alguna que otra barbaridad que al día siguiente te recuperabas», manifiesta Ferrer.
También se quedó con buen sabor de boca tras su primer partido en el Abierto de EEUU su compatriota Tommy Robredo, que ganó «un partido complicado» frente al australiano Marino Matosevic por 6-3, 6-7, 6-3 y 6-2.
Después de un segundo set difícil, Robredo volvió a estar «bien de cabeza, aguantando» y su contrincante «bajó un poquito mentalmente», lo que le permitió pasar a segunda ronda, donde se verá las caras con canadiense Frank Dancevic, que se impuso 7-6 (7-5), 3-6, 7-5 y 7-6 (9-3) al holandés Robin Haase.
«He llegado muy bien de forma aquí, creo que en un Grand Slam vale la pena apretar todo lo que se pueda, lo importante es darlo todo aquí», aseguró el catalán, también de 31 años, quien cree que estos partidos de cinco sets exigen mucho a nivel físico, pero también mental, donde ayuda su experiencia.
Robredo, actualmente en el puesto 22 de la clasificación mundial ATP, dijo que su objetivo de estar dentro de los 20 mejores del mundo «está cerca», por lo que es importante ganar en torneos como el Abierto de EEUU. «Hemos dado un buen paso, a ver si podemos sumar un poco más», concluyó.
Nueva York, 26 ago (EFE).-