La Patrulla fronteriza de Estados Unidos ha detenido a 2.500 migrantes en las últimas 48 horas y espera concluir su procesamiento y traslado a sus instalaciones en las próximas 24 horas, anunció el jefe de la Patrulla Fronteriza a nivel nacional, Raúl Ortiz.
En unas declaraciones a la prensa en la puerta 42 de la valla fronteriza entre México y Estados Unidos, unos 15 kilómetros al este de la ciudad de El Paso (Texas), Ortiz apuntó que 1.500 personas ya han sido procesadas y enviadas a centros de dicho cuerpo de seguridad.
Otras 1.000 personas, entre ellas familias con menores y adultos solos, empezaron a ser enviadas en autobuses desde dicha puerta a las instalaciones de la Patrulla Fronteriza.
El responsable de seguridad agradeció a las autoridades estatales y locales su ayuda para «transportar y procesar a estos migrantes» en sus «instalaciones para poder llevar a cabo el proceso de la manera apropiada».
«Estamos priorizando a los más vulnerables y lo estamos haciendo de la manera más rápida, segura y eficiente posible», agregó Ortiz, que no admitió preguntas.
El primer grupo de migrantes salió apenas seis horas antes de que se levante el Título 42, que se les podrá aplicar a estas personas y que permite su devolución en caliente por motivos de salud pública.
Con el comienzo de su traslado, las autoridades introdujeron un par de decenas de aseos móviles a la zona donde se encuentran los refugiados, que esperaban en filas y bajo el sol.
Estos grupos se suelen concentrar en la zona que hay entre la valla fronteriza y el río Bravo, que sigue siendo territorio estadounidense.
Esta mañana, las autoridades evacuaron a cientos de personas que se habían concentrado un poco más al oeste, frente a la puerta 40 de la valla.
Tras el vencimiento del Título 42, seguirá en vigor el Título 8, la norma que históricamente ha regido la migración en Estados Unidos y, además, el Gobierno del presidente Joe Biden ha anunciado nuevas medidas que restringen el acceso a la solicitud de asilo en la frontera con México.
Estas nuevas medidas consideran «no aptos» para solicitar asilo a los migrantes que crucen de manera irregular la frontera y que no hayan pedido protección en un tercer país durante su travesía hacia EE. UU.