“Tomaré una nave y volaremos todos juntos, una última vez, hacia el eterno y hermoso cielo”. Fueron las desgarradoras palabras de un mapache a sus amigos, encerrados en jaulas, justo antes de darse cuenta que nunca podría acceder a ese nuevo mundo que el ‘Alto Evolucionador’ prometía.
Y es que la tercera y última entrega de Guardianes de la Galaxia se centra en la historia de Rocket quien, durante las anteriores entregas del universo Marvel, había negado fuertemente su naturaleza de mapache, pero que en este filme decide aceptar con orgullo luego de un doloroso recorrido por sus orígenes.
La película es, para todo el que la mire, una obra maestra. De hecho, muchos seguidores del multiverso coinciden en que las escenas escalofriantes y emotivas de la historia de Rocket junto a Laila, Dientón y Piso, mientras se recuperaban de sus heridas en sus jaulas, son tributo a los millones de animales que sufren y mueren a diario a causa de los experimentos y testeos que practican en ellos.
Ver y sentir la historia desde el punto de vista del que sufre suele provocar la empatía necesaria para hacer ver una problemática seria y poco atendida. En este caso, la de la experimentación con animales. Un discurso que James Gunn, el director de Guardianes de la Galaxia, logró sacar adelante con éxito.
Ante esto, la organización animalista sin ánimo de lucro Personas por el Trato ético de los Animales (PETA) reconoció esta tercera entrega como una de las mejores películas de conciencia al maltrato animal. «Una obra maestra de los derechos de los animales», señaló la vicepresidenta de la organización, Lisa Lange.
Asimismo, la asociación de protección animal premió a James Gunn con su galardón ‘Not a Number’, a través de su página web, por mostrar al público que “los experimentos crueles, insensibles y a sangre fría que se realizan en los animales son reales y están sucediendo ahora mismo”.
“A través de Rocket, James Gunn le ha puesto cara, nombre y personalidad a los millones de animales vulnerables que en este momento están en laboratorios”, destacó Lange a través de un informe publicado por la organización.
Además, agregó: “PETA está celebrando esta como la mejor película sobre los derechos de los animales del año, por ayudar al público a ver a los animales como individuos y sugerir que el hecho de que podamos experimentar en ellos no significa que debamos hacerlo».
La continuación de James Gunn como director de la saga sufrió un bache en 2018, cuando salieron a la luz unos tuits antiguos del cineasta que hicieron que Disney le despidiese.
Gunn pidió disculpas poco después por los comentarios, de los que dijo arrepentirse, y los actores principales, entre ellos Chris Pratt y Zoe Saldaña, publicaron una carta en apoyo al director, que acabaría volviendo para terminar la trilogía.
Ahora, Chris Pratt considera que esta película no habría sido posible sin Gunn.
«¿Esta película? No. ¿Otra película? Sí, pero no habría sido esta, no habría sido tan buena», opina el actor.
Para su compañera de escena, «James Gunn empezó algo muy, muy interesante y distintivo».
«Encuentro algo rígido tener a superhéroes que siempre saben qué decir, que no sienten nada, que son completamente a prueba de balas. Me gusta que los superhéroes tengan miedo y estén llenos de incertidumbre y se equivoquen, y luego lo arreglen. Creo que hay algo en eso con lo que uno se puede identificar bastante», concluye Saldaña.
Seis años después de su última aventura en solitario, Guardianes de la Galaxia. Volumen 3 llegó a los cines el pasado 4 de mayo con una duración de dos horas y media, a las que le siguen dos escenas post-créditos, según confirmó el propio James Gunn en su Instagram.