La post pandemia ha traído nuevas oportunidades para quienes con iniciativa y pasión han tenido la visión para emprender y de manera exitosa darle un nuevo giro a su vida. Los latinos nos caracterizamos por ese espíritu de lucha constante y perseverante, y justamente Diego Mejía es una historia que nos ilustra con claridad este escenario.
Cualquiera pensaría que luego de más de 30 años de servicio al Gobierno de Canadá y ya con su jubilación en la mano, lo que menos desearía es iniciar un negocio de la nada. Pues Diego Mejía, un ingeniero civil retirado, tenía la idea clara de que todavía tiene mucho que ofrecer y con la energía para hacerlo decidió emprender y creó un negocio desde cero en esta era post pandémica.
De ese modo, este latino con más de 46 años de vivir en Canadá, ahora ofrece sus servicios a través de la empresa Feel The Pressure Exterior Washing en Hamilton y alrededores.
“Después de la pandemia me encontré que hacer algo, me siento joven todavía y tengo mucho empuje y como buen latino tenemos buen emprendimiento. Entonces, me puse a buscar qué industria podría ser exitosa en esta parte del país. Y quería algo que yo pudiera hacer durante el verano para que en el invierno yo pueda pasear a mi país Colombia. El análisis que yo hice es que esta industria podría ser exitosa porque no hay mucha competencia. Llevamos 4 años y hemos crecido de forma sostenida”, comentó Diego Mejía en entrevista para Magazine Latino.
Explicó que el área de especialización de la empresa es la limpieza del exterior de casas y negocios además de que se ofrecen soluciones a problemas que un propietario de vivienda quizás no pueda resolver, o quizás no tenga el conocimiento o el equipo para hacerlo.
Por ejemplo, mencionó que pueden limpiar hasta tres pisos de altura usando máquinas con gran potencia que rociarán surfactantes que son compuestos químicos usados en una gran variedad de productos de limpieza por su capacidad para reducir la dureza superficial del agua. En esencia, hacen que las moléculas sean más resbaladizas, por lo que es menos probable que se adhieran entre sí y es más probable que interactúen con el aceite y la grasa.
Luego se procede a enjuagar para que el revestimiento, el estuco, vidrio, concreto o el ladrillo queden limpios nuevamente. Y en la parte comercial hemos tenido mucho éxito para la limpieza del grafitti que se ha convertido en un problema para la imagen urbana y en Canadá está prohibido que los negocios no limpien esos incidentes.
“Lavamos cualquier superficie horizontal, es decir, pasillos, porche delantero, entradas, calzadas. Somos capaces de eliminar manchas de aceite, manchas de ratas y manchas florescentes (propiedad que poseen algunos minerales y sustancias químicas (hidratos) de reducirse a polvo por sí mismos debido a la pérdida de agua de cristalización al ser expuestos al aire). Si tiene una decoración de madera y se ve gris y vieja, podemos rejuvenecerla con la aplicación de nuestras soluciones”, detalló Mejía.
Habitualmente nuestro procedimiento es que realizamos una visita al sitio, se le informa al cliente qué esperar una vez que se haya limpiado su hogar o negocio.
“Cumpliremos con sus expectativas como se discutió cuando se prepare una estimación. Una vez que se completa el trabajo, se completa una caminata con el dueño de la casa o el dueño del negocio para asegurarse de que se hayan cumplido estas expectativas y que nuestro trabajo haya satisfecho completamente las necesidades de nuestros clientes”, añadió.
Para Diego Mejía la satisfacción del cliente y una adecuada atención a sus necesidades son los pilares de su empresa que la hace confiable, además de una póliza de seguro hasta por 4 millones de dólares de tal modo que los clientes se sientan seguros de que su hogar estará muy bien tratado.
Emprender en Canadá
Diego Mejía compartió con Magazine Latino su visión del emprendimiento y los retos a los que se ha enfrentado.
“Las primeras ventas siempre son las cosas más complicadas de lograr cuando uno emprende. Porque cuando piden experiencia uno no la puede demostrar. Entonces en el primer año prácticamente uno como empresario debe absorber muchos gastos y generar confianza en el mercado y en el cliente. La inversión en el equipo es algo que uno debe asumir también”, precisó.
Mencionó que la inversión que debió considerar en un inicio de su negocio fue de entre 50 y 100 mil dólares para el arranque de la empresa, tanto por los químicos, una camioneta y el equipo especializado de limpieza.
“Perseverancia y paciencia son la clave del emprendimiento. Nunca debemos llegar a la casa y pensar que no somos capaces. Al contrario, lo somos. En 46 años que llevo en este país, he visto la comunidad crecer y tenemos que apoyarnos unos a otros. Hay que dedicarle tiempo y al final la recompensa será mejor si trabajas duro y perseveras”.
Diego Mejía nos ofreció una última frase que no tiene desperdicio: “Me encanta lo que hago, me encanta estar al aire libre y a pesar de mi edad tengo la energía para seguir con este proyecto”.