Malala la adolecente pakistaní de 15 años atacada por talibanes ya se comunica con notas escritas.
La niña, defensora de la educación de las niñas en su país, fue trasladada el pasado lunes al Reino Unido, después de que resultó herida la semana pasada cuando fue tiroteada en su región natal, en Swat (norte de Pakistán) por talibanes.
Pese a que no puede hablar por la traqueostomía que se le practicó, el director del hospital Queen Elizabeth en Birmingham, Dave Rosser, dijo que la niña, que recibió un balazo en la cabeza, se comunica con el equipo médico con notas escritas y adelantó que podrá recuperarse «prácticamente por completo».
Este miércoles, la niña despertó de su coma inducido y demostró tener algo de memoria. «¿En qué país estoy?», preguntó por escrito, según el diario británico The Guardian.
«No tenemos ninguna razón para creer que no podrá hablar una vez se le retire el tubo en unas pocas semanas», afirmó Rosser, quien comentó que la niña ya se puso de pie con ayuda del personal del hospital. El director del centro hospitalario explicó también que la bala, que la dejó malherida y temiendo daño cerebral, entró justo por encima de la parte posterior de su ojo izquierdo.
«La bala pasó por el lateral izquierdo de su mandíbula, dañó el punto donde se une con el cráneo, atravesó el cuello y quedó incrustada en los tejidos que quedan por encima del omoplato», precisó.
Rosser añadió que la bala rozó el borde del cerebro de Malala y que, si se hubiera desviado unos cinco centímetros más al centro, la herida hubiera sido mortal. La familia de la niña permanece en Pakistán, según un comunicado del hospital, y hace eco con los más de los 2.300 mensajes de apoyo que ha recibido después de la agresión que casi la mata.
Malala se dio a conocer en el mundo con un blog en urdu, en la página web de la BBC, en el que denunció los actos de violencia cometidos por los talibanes y la prohibición que le impusieron a la educación femenina. La joven pakistaní recibió el año pasado el Premio Nacional de la Paz, por su defensa de los derechos humanos frente a los ataques de los talibanes que dominaron el valle del Swat hasta una ofensiva militar de 2009.