El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rechazó enérgicamente las críticas al historial de derechos humanos de su gobierno y calificó de «mentiras» los informes de abusos oficiales realizados en un nuevo estudio del Departamento de Estado de Estados Unidos.
El informe emitido el lunes indicó que hubo informes creíbles en México de homicidios ilegítimos o arbitrarios por parte de policías, militares y otros funcionarios; desaparición forzada por agentes del Estado; así como torturas y tratos inhumanos por parte de las fuerzas de seguridad.
También afirmó que «la impunidad y las tasas extremadamente bajas de enjuiciamiento seguían siendo un problema para todos los delitos, incluidos los abusos contra los derechos humanos y la corrupción», y criticó la violencia contra los periodistas en México.
Cuando se le preguntó sobre el informe en una conferencia de prensa, López Obrador lo descartó y aseguró que «están mintiendo» y señaló que Estados Unidos «cree que es el gobierno del mundo».
“No vale la pena enojarse, así son”, dijo López Obrador, quien se reunirá con el exsecretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en México más tarde el martes. El informe «no es cierto, son unos mentirosos», agregó.
El portavoz interino del Departamento de Estado, Vedant Patel, al hablar en una conferencia de prensa, rechazó las críticas de que Washington estaba actuando como «el gobierno del mundo» y reiteró los hallazgos del informe de derechos humanos.
“En lo que se refiere a México, la participación denunciada de miembros de la policía, el ejército y otras instituciones gubernamentales mexicanas en graves actos de corrupción y ejecuciones arbitrarias ilegales sigue siendo un desafío serio para México y es por eso que se destacaron en nuestro informe”, sostuvo.
López Obrador ha rechazado las recientes críticas de Estados Unidos a su historial de seguridad, que ha sido objeto de un mayor escrutinio desde el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en el norte de México a principios de este mes. Más tarde, dos de ellos fueron encontrados muertos.
El presidente izquierdista, quien dice que está erradicando la corrupción y la impunidad en México, argumentó que su país es más seguro que Estados Unidos, a pesar de una tasa de homicidios mucho más alta, y criticó los esfuerzos de Estados Unidos para evitar que drogas peligrosas ingresen a Estados Unidos.
