La tarde del viernes primero de agosto la policía de London recibió una llamada de auxilio. En la línea una mujer desesperada gritaba desconsolada al haber encontrado a su hijo, ahogado, al borde la piscina de su casa.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 3:30 de la tarde en el área de Fitzroy cerca de Adelaide St y Bradley Ave.south street de London. La policía encontró al pequeño, de dos años, inconsciente, al borde de la piscina. Los oficiales llamaron a los paramédicos quienes llevaron al menor a la sala de emergencias del hospital infantil de la ciudad.
Los paramédicos y el cuerpo de médicos de emergencias del hospital intentaron reanimar al niño pero ya era demasiado tarde. Tot, como era llamado el pequeño, dejó de respirar justo antes de las 4 de la tarde.
Según la policía el niño murió por inmersión, los oficiales afirmaron que la investigación de lo acontecido en la residencia del menor apenas comienza. “debemos establecer quien tenía la responsabilidad de la custodia del niño al momento del accidente y por qué el menor se encontraba solo en la piscina” afirmó uno de los oficiales a cargo de la investigación.
Por su parte los vecinos no salían de su asombro ante la pérdida de la familia cuyo apellido no fue suministrado por la policía, solo se sabe que en la residencia viven una madre y sus dos pequeños hijos.
En London, las piscinas están obligadas a estar cercadas por todos lados, pero muchas familias no cumplen con la reglamentación, en el verano pasado luego de varias inspecciones la policía encontró que el 20% de las casas con piscinas no cumplían la norma.