El embajador de Rusia en Ottawa, Oleg Stepanov, declaró que Canadá no es seguro para la visita de sus compatriotas.
«Canadá es hoy un país muy peligroso para los ciudadanos rusos», declaró Stepanov en una entrevista.
«No lo recomendaría para turismo, educación o negocios», añadió.
Stepanov expresó a la agencia estatal de noticias RIA Novosti que Canadá sigue sancionando a la gente, lo que considera una respuesta arbitraria al conflicto en Ucrania.
También afirmó que los rusos en Canadá experimentan racismo regularmente y lamentó lo que dijo que son protestas diarias frente a la embajada de Rusia en Ottawa y sus consulados en Montreal y Toronto.
«Las relaciones ruso-canadienses ahora están congeladas», indicó Stepanov.
Apuntó a la intención de Canadá de confiscar US $ 26 millones en poder de una empresa propiedad del oligarca ruso Roman Abramovich, que sería el primer caso bajo una nueva ley que permite a Ottawa tomar posesión de los fondos de las personas sancionadas y desviarlos a las víctimas de irregularidades.
A fines de enero, Ottawa aún no había presentado su solicitud judicial. Stepanov añadió que la idea equivale a un ataque a los derechos de propiedad.
Sin embargo, Stepanov aseveró que la mayoría de los canadienses tratan bien a los rusos, y el aviso de viaje de Moscú para Canadá solo advierte sobre pandillas callejeras y un «clima bastante duro».
También afirmó que Rusia no ha podido abrir un consulado en Vancouver. Se le ha pedido a Global Affairs Canada que responda.
Stepanov explicó que Rusia está abierta al diálogo con Canadá si deja de hacer eco de la política estadounidense, pero Ottawa dice que el cambio solo ocurrirá cuando Rusia ponga fin a su invasión de Ucrania y compense a ese país por las pérdidas.
El gobierno de Trudeau acusó a Rusia de sembrar el caos a nivel mundial y convocó a Stepanov por publicaciones en las redes sociales contra las personas LGBTQ.
