Un gol en el minuto 82 en propia puerta de la selección colombiana dio a España en la India su segundo Mundial sub-17 femenino consecutivo.
El partido se resolvió de la forma más cruel para Colombia, con un gol en el tramo final, cuando Ana Guzmán rechazó contra su portería desde el suelo un remate español, tras un centro que se paseó por el área sudamericana. Las jugadoras de Carlos Paniagua intentaron despejar al límite, pero el balón había superado ya totalmente la línea de gol.
Previamente, el conjunto español que dirige Kenio Gonzalo se acercó al gol con un par de disparos en la primera mitad de Cristina Librán, quien al comienzo del segundo tiempo anotó un tanto que no subió al marcador por mano, tras consulta con e VAR.
La reacción colombiana llegó por medio de su estrella Caicedo y, tras encajar el gol de Ana Guzmán, las cafeteras se volcaron sobre el área español, pero la ordenada defensa de las de Kenio Gonzalo desbarató sus opciones de buscar la prórroga e, incluso, el equipo español pudo aumentar su ventaja con un disparo que rechazó el poste.
Las españolas y las colombianas disputaron la final en el mismo estadio en el que comenzaron su andadura por esta competición, situado en la ciudad financiera de Bombay. Por aquel entonces, La Roja venció también por 1-0 a las cafeteras.
Con este logro la selección española demostró por qué partía como gran favorita para ganar este campeonato, tras alzarse ya con el trofeo en la edición de 2018 en Uruguay. Además logró su boleto a la final tras vengarse de su eterno rival: la Alemania que el pasado mayo le arrancó el título europeo de las manos en los penaltis.
Previa a la final hispana, precisamente Alemania se enfrentó a Nigeria por el tercer y cuarto puesto de la competición, que se llevó la selección africana en la tanda de penaltis tras empatar 3-3 el partido.