Familiares de las víctimas y sobrevivientes de una matanza perpetrada en 1980 por militares salvadoreños en complicidad con hondureños, que dejó entre 300 y 600 muertos, denunciaron hoy la impunidad en el caso y exigieron a la Fiscalía de El Salvador continuar con la pesquisa y hacer justicia.
Un grupo de familiares de víctimas y sobrevivientes de la masacre del río Sumpul entregó «una petición» al fiscal, Luis Martínez, en la que se le exige «continuar con la investigación» para hacer justicia, precisó en un comunicado Tutela Legal del Arzobispado de San Salvador, que lleva el caso desde hace varios años.
Esta situación de impunidad es «preocupante, cuántos años llevamos y no ha habido ningún esfuerzo (en) que se tome en cuenta a las víctimas para hacer justicia», dijo a periodistas José Tobar, alcalde de San José Las Flores, del departamento de Chalatenango, donde ocurrió la masacre.
«Nos cuesta entender (que siga en la impunidad) porque lo que vimos, la cantidad de niños y mujeres que masacraron y que se ahogaron en el río (…), que quede en la impunidad, no; o sea, no estamos conformes», enfatizó.
Según el comunicado, Tutela Legal del Arzobispado fue notificada el 9 de mayo de 2012 sobre una resolución emitida por el Juzgado de Primera Instancia de Chalatenango, en la que ordena a la Fiscalía General de la República la realización de varias diligencias judiciales en el caso de la masacre del Sumpul.
Pero hasta el momento no se ha recibido ninguna información sobre alguna acción realizada al respecto por la Fiscalía, agregó.
En la masacre, ejecutada entre el 13 y el 14 de mayo de 1980, «fueron asesinados más de 600 civiles», precisa el comunicado.
Sin embargo, estimaciones oficiales indican que en la masacre al menos 300 salvadoreños fueron asesinados en la ribera del río Sumpul, que sirve de límite entre El Salvador y Honduras, por miembros del Ejército de este país, en complicidad con militares hondureños, que impidió el paso de los pobladores que intentaban resguardarse en el territorio vecino.
La masacre se perpetró en el marco de la guerra civil salvadoreña (1980-1992) que dejó unos 75.000 muertos, 8.000 desaparecidos y 12.000 lisiados, según estimaciones oficiales.
San Salvador, 23 jul (EFE).-
