Las medidas que propuso el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, referente a un alivio temporal migratorio para los venezolanos, han sido fuertemente criticadas por grupos y ONGs a favor de los inmigrantes y refugiados, cuestionando la funcionalidad de las mismas.
El programa, anunciado el miércoles, busca favorecer durante dos años a unos 24.000 venezolanos que entren al país por avión y que tengan familiares con estatus legal migratorio que los patrocinen, pero devuelve de inmediato a los que lleguen por la frontera sur.
Yael Schacher, directora de Refugees International para las Américas y Europa, señaló en una declaración por escrito que los migrantes más vulnerables quedarán fuera del programa, como aquellos que actualmente están en tránsito en países como Honduras y Guatemala, especialmente si carecen de pasaporte.
«Las sendas para la protección son cruciales para los venezolanos, pero este programa beneficiará a los venezolanos menos vulnerables y deja en la estacada a muchos -incluidas familias con niños pequeños-«, se lamentó Schacher.
En la frontera, medios locales mostraron hoy imágenes de venezolanos que eran transportados en una van y fueron devueltos a México bajo el Título 42 en el puente internacional entre Eagle Pass (Texas) y Piedras Negras (México).
El Título 42 es una herencia del Gobierno de Donald Trump (2017-2021) considerado como «inhumano» por grupos migratorios porque permite la expulsión expedita de extranjeros en la frontera argumentando peligro de la covid-19.
Para Melina Roche, de #WecomeWithDignity resulta «profundamente preocupante que el Gobierno de Biden planifique un nuevo programa humanitario para los venezolanos al tiempo que expande las expulsiones bajo el Título 42 de venezolanos y de otras nacionalidades».
Adela de la Torre, subdirectora de Justice Action Center, subrayó que la nueva directiva es una «oportunidad para la seguridad de algunos venezolanos» pero añadió que «a todas las personas se les debería asegurar su derecho a buscar asilo, sean de dónde sean o cualesquiera sean sus vínculos familiares».
«Los planes del Gobierno de Biden para ampliar, en lugar de poner fin (al) Título 42 no tienen sustento moral», indicó Dylan Corbett, director ejecutivo de Hope Border Institute.
«Todas las personas que necesitan protección deberían ser capaces de acceder al asilo de una forma ordenada y humana», agregó.
«Los remedios temporales, las medidas a mitad de camino y los pasos atrás ya no son aceptables: es tiempo de poner fin al Título 42 y restaurar el asilo en la frontera».
Entre tanto, la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), con sede en Miami, pidió hoy a los venezolanos que no ingresen por la frontera de México a Estados Unidos ya que serán devueltos al país vecino.
«Es imperante que los venezolanos no sigan arriesgando sus vidas cruzando por la selva del Darién (en la frontera de Colombia y Panamá) para tratar de llegar a la frontera de México y posteriormente dirigirse hacia Estados Unidos donde no serán admitidos», advirtió el grupo en un comunicado.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) detalló ayer que del plan están excluidos los deportados de EE.UU. en los últimos cinco años o las personas que hayan entrado a Panamá o México de manera irregular.
Además, los beneficiarios deberán pasar una evaluación de «seguridad nacional y seguridad pública», indicó DHS en un comunicado.
Más de 6,1 millones de venezolanos han salido de su país, en la que es la segunda crisis migratoria más grande del mundo, superada sola por la de Siria, de acuerdo con la organización Refugees International.
La Unión Europea ha creado por primera vez una reserva de ayuda exterior en América Latina y el Caribe, dotada con 153 millones de euros para ayuda humanitaria en 2022, informó este jueves la Comisión Europea.
Esta reserva de ayuda exterior de la UE se utilizará para preposicionar equipos como material para refugios, botiquines de primeros auxilios, alimentos y artículos de saneamiento, a fin de suministrarlos directamente a partir de la región misma cuando se produzcan crisis como catástrofes naturales, indicó el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
La financiación de la UE permitirá hacer frente a necesidades humanitarias urgentes en toda la región, entre ellas las derivadas de la crisis venezolana, la inseguridad alimentaria, la exposición a peligros naturales, la migración transcontinental y las consecuencias de la violencia generalizada, los conflictos y los desplazamientos forzosos.
Janez Lenarcic, comisario europeo de Gestión de Crisis, participó en Panamá en la reunión de alto nivel de la Plataforma de Coordinación Interinstitucional para Refugiados y Migrantes de Venezuela (la llamada plataforma R4V) y señaló que la UE se ha comprometido a destinar 77 millones de euros a esta crisis.
Durante su estancia en Panamá, el comisario tiene previsto visitar un centro de acogida de migrantes en la región del Darién, una de las rutas migratorias más peligrosas de América Latina.
Lenarcic inauguró la nueva oficina regional de protección civil y operaciones de ayuda humanitaria de la UE y se reunió con representantes del Gobierno panameño, así como con agencias de las Naciones Unidas y organizaciones humanitarias presentes sobre el terreno.
La región de América Latina y el Caribe, donde viven unos 650 millones de personas, es una de las zonas más propensas a las catástrofes del mundo y también sufre la violencia y los desplazamientos forzosos.
Desde 1995, la UE invirtió en esta región más de 1.700 millones de euros.