Al menos cuatro personas habrían muerto y 75 más resultaron heridas durante la jornada de protestas adelantada por jóvenes y estudiantes iraníes, tras la muerte de Mahsa Amini, quien estaba bajo custodia policial tras ser detenida por llevar mal el velo islámico.
Dos de los fallecimientos se registraron en la ciudad de Saghez, de donde era originaria Amini. En esa localidad se han contabilizado por lo menos 17 heridos. Asimismo, en Divandarré habría otros dos fallecidos y 15 personas heridas. De la misma manera se han registrado heridos en Mahabad (13), Buchan (7), Kamiyaran (4), Bijar (7), Baneh (4) y Takab (4).
La Policía iraní dispersó con abundante material antidisturbios las protestas en Teherán.
La agencia iraní Fars informó de que efectivos policiales recurrieron a la fuerza ante las protestas capitalinas en las que los manifestantes corearon lemas contra los líderes iraníes y las mujeres se quitaron el velo, de uso obligatori0 en la República Islámica de Irán.
Unas 300 personas se manifestaron en el bulevar Keshavarz, situado en el centro de la capital, donde lanzaron piedras a la Policía y quemaron contenedores, según Fars, agencia cercana a la Guardia Revolucionaria iraní.
Periodistas iraníes compartieron vídeos en redes sociales en los que observaron fuertes choques entre manifestantes y efectivos policiales, apoyados por «basijis» (voluntarios islámicos), pero su autenticidad no está verificada. En algunos de ellos se oyen disparos.
Según los vídeos de las redes sociales, las protestas se produjeron en más puntos de la capital con lemas como “muerte al opresor”, “velo opcional” y “ya es suficiente”.
El acceso a internet se vio restringido en varios puntos del país.
“Se ha registrado una significativa bajada de internet en Teherán”, indicó la plataforma NetBlocks, que supervisa la conectividad de los usuarios y la censura en la red.
Las protestas comenzaron tímidamente el pasado día 16 tras conocerse la muerte de Amini, de 22 años, y se han repetido hasta hoy, cada vez mayores y en más puntos del país, en especial en la provincia del Kurdistán iraní, de donde era originaria la fallecida.
La joven fue detenida el martes por la llamada Policía de la moral en Teherán, donde se encontraba de visita, y trasladada a una comisaría para asistir a «una hora de reeducación» por llevar mal el velo.
Horas más tarde fue ingresada en el Hospital Kasra de la capital en coma tras sufrir un ataque al corazón.
La Policía afirmó entonces que la joven «sufrió repentinamente un problema del corazón» y publicó un vídeo en el que supuestamente se ve a Amini cayéndose al suelo mientras habla con un agente en la comisaría, pero la familia no ha confirmado que se trate de ella.
Los padres de la joven han negado que sufriese ningún tipo de enfermedad, en contra de lo que han publicado algunos medios oficiales iraníes.
El jefe de la Policía de Teherán, Hossein Rahimi, calificó este lunes la muerte de Amini como «un incidente desafortunado» y afirmó que es falso que la joven fuese golpeada o maltratada bajo custodia policial.
«Es un incidente desafortunado y esperamos que no haya incidentes similares», dijo en una rueda de prensa Rahimi.
El Gobierno del ultraconservador presidente de Irán, Ebrahim Raisí, ha aumentado en los últimos meses la presión para que las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta.
El velo es obligatorio desde la revolución de 1979 liderada por el ayatolá Ruholá Jomeiní, quien declaró que sin él las mujeres estaban “desnudas».