El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, acudió este domingo al primer debate de cara a las elecciones del próximo 2 de octubre, después de haber mantenido la incógnita de su participación hasta última hora.
Bolsonaro no había confirmado su asistencia al debate, que cita a los seis principales candidatos, aunque el pasado viernes dijo en una entrevista que era probable que asistiera a la cita, que ha causado una gran expectación en Brasil.
Al llegar a los estudios de la televisión Band, Bolsonaro adelantó que va a mostrar «qué fue la corrupción» en el Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, su principal rival en las elecciones.
Lula, quien lidera con holgura las encuestas de intención de voto, confirmó su asistencia al debate el sábado.
El debate se celebró en los estudios de la televisión Band, en Sao Paulo, y fue organizado por un consorcio de medios de comunicación, integrado también por Folha de Sao Paulo, UOL y TV Cultura.
Horas antes del inicio del debate, el candidato laborista Ciro Gomes, tercero en las encuestas, se quejó en redes sociales de que hubo un cambio en la posición de los candidatos en el plato.
El cambio de lugar, según dijo Gomes, se produjo a petición de Lula y Bolsonaro, lo que habría ido en contra del acuerdo que habían realizado previamente los candidatos, que decidieron las posiciones por sorteo.
Además de Bolsonaro, Lula y Gomes, han sido invitados al debate Simone Tébet, quien lidera una coalición de centro-derecha, el liberal Luiz Felipe D’Ávila y la derechista Soraya Thronicke.
Todas las encuestas dibujan un escenario muy polarizado entre Lula, quien encabeza una coalición de diez partidos de tendencia progresista, y Bolsonaro, líder de la ultraderecha.
Los sondeos sitúan a Lula como favorito para ganar las elecciones, con cerca del 45 % de la intención de voto, frente al 30 % de Bolsonaro, el 7 % de Gomes, mientras que ninguno de los otros cuatro candidatos supera el 2 %.
