Venezuela asumió hoy por primera vez la presidencia del Mercosur en una cumbre en la que el caso del extécnico de la CIA Edward Snowden, la indignación ante el supuesto espionaje de EE.UU. en la región y la «ofensa» al mandatario boliviano, Evo Morales, en Europa se llevaron toda la atención.
Los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; Brasil, Dilma Rousseff; Venezuela, Nicolás Maduro; y Uruguay, José Mujica, además de Morales, participaron en Montevideo en la XVL Cumbre de Jefes de Estado del bloque en la que algunos asuntos candentes, como el reingreso de Paraguay, pasaron de puntillas y otros, como los problemas comerciales y de integración, no fueron profundizados.
Maduro, quien afirmó hoy que la «primera prioridad» para Venezuela es el «regreso de Paraguay como miembro pleno y activo», recibió de Mujica el mando del Mercosur para los próximos seis meses recordando al presidente Hugo Chávez, quien falleció 5 de marzo pasado.
«Me comprometo a seguir transitando en la senda de fortalecer el Mercosur y expandir su capacidad de trabajo», afirmó el mandatario venezolano.
En la cita, los presidentes reconocieron algunas de las deficiencias y problemas, como la falta de velocidad en las negociaciones de un acuerdo con la Unión Europea (UE), si bien todos resaltaron el éxito tanto social como económico de su integración.
Así, Rousseff destacó el incremento del intercambio comercial entre sus miembros, que alcanzó un valor de 58.000 millones de dólares el año pasado, mientras que Fernández se refirió a las ventajas tangibles que supuso para los ciudadanos del bloque, cuya renta per cápita, dijo, superó la brecha que mantenía con el resto del mundo bajo el paraguas del Mercosur.
Además, los mandatarios insistieron también en las ventajas de la complementariedad frente al libre comercio para sus economías y en la necesidad, como dijo Mujica, de unirse para enfrentar un mundo en donde «no hay lugar para los débiles».
Maduro, en calidad de nuevo presidente temporal del grupo, expresó su intención de seguir trabajando en esa vía de «fortalecer» la organización y profundizar el «camino de la integración política, económica, comercial, diplomática y social», para «avanzar en el objetivo de la Patria Grande».
En tanto, las decisiones políticas más notables pasaron por una declaración de rechazo a la «afrenta» sufrida por Morales el pasado 2 de julio, cuando su vuelo de regreso desde Moscú debió aterrizar en Viena, donde permaneció 13 horas, debido a que varias naciones europeas le impidieron el sobrevuelo y/o aterrizaje ante la sospecha de que transportaba a Snowden, acusado de espionaje por EE.UU.
En ese sentido, los gobernantes decidieron llamar a consultas a sus embajadores en Italia, Francia, Portugal y España por este acto «infundado, discriminatorio, y arbitrario», que consideraron «una flagrante violación de los preceptos del derecho internacional», y quedaron a la espera de una «explicación» por el suceso.
«La gravedad de la situación vivida, propia de una práctica neocolonial, constituye un acto insólito, inamistoso y hostil, que viola los derechos humanos y afecta la libertad de tránsito, desplazamiento e inmunidad que goza todo Jefe de Estado», insistieron.
En esta línea, el Mercosur también se pronunció sobre la situación de Snowden, que hoy pidió asilo a Rusia al no poder volar desde el aeropuerto Sheremétievo de Moscú, donde lleva casi tres semanas.
En referencia a las presiones que el Gobierno de EE.UU está realizando para impedir la acogida del joven analista de inteligencia, el Mercosur recordó que los Estados «no tienen ningún derecho a impedir a sus ciudadanos solicitar asilo ni impedir su implementación por cualquier medio».
En la declaración final de la cumbre, los mandatarios también rechazaron «enfáticamente» las «acciones de espionaje» e «intercepción de las telecomunicaciones» en los países de la región por parte de Estados Unidos, actitudes que, afirmaron, «violan la soberanía» de las naciones latinoamericanas y «perjudican el normal desempeño de las relaciones entre los países», afirmaron.
Con estos temas sobre la mesa, la decisión del Mercosur de cesar a partir del 15 de agosto la suspensión de Paraguay (que en la cumbre de hoy no contó con ningún representante), una vez asuma Horacio Cartes la presidencia de ese país, apenas tuvo cabida en la reunión.
Durante la parte oratoria varios presidentes se refirieron, sin embargo, a la necesidad del retorno de Paraguay, país suspendido a raíz de la destitución a mediados del año pasado del entonces presidente, Fernando Lugo, y que puso en duda en días pasados su reincorporación al condicionarla a que Venezuela no asumiera la presidencia temporal.
Los socios del Mercosur valoraron «positivamente» las elecciones en ese país al anunciar que Paraguay «reasumirá plenamente su derecho de participar en los órganos del Mercosur y de las deliberaciones».
Álvaro Mellizo/Montevideo, 12 jul (EFE).-