Daniel «El Loco» Barrera, uno de los últimos grandes capos del narcotráfico colombiano y entre los más buscados del país hasta su detención en Venezuela, será extraditado a Estados Unidos, donde dos cortes lo solicitan por delitos relacionados con narcotráfico, informó hoy la Policía.
La entrega de Barrera por parte de agentes de la Policía colombiana a alguaciles de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) está prevista para las 07.00 hora local (12.00 GMT), en la base aérea de Antinarcóticos en Bogotá.
Según la Policía, Barrera es solicitado por una corte de Nueva York y otra del estado de Florida.
Ayer, Barrera fue trasladado en medio de un fuerte operativo de seguridad desde la cárcel de Picaleña de Ibagué (centro), en la que estaba recluido, hacia Bogotá para esperar su extradición.
La Corte Suprema de Justicia de Colombia avaló el pasado 4 de abril la extradición de «El Loco» a Estados Unidos.
Barrera fue capturado el 18 de septiembre de 2012 mientras realizaba una llamada en una cabina telefónica en la fronteriza ciudad venezolana de San Cristóbal, luego de una operación en la que participaron autoridades de Venezuela, Estados Unidos, Inglaterra y Colombia.
Dos meses después, las autoridades venezolanas lo extraditaron a Colombia, donde fue confinado en una prisión de alta seguridad de Ibagué, capital del departamento del Tolima (sur).
Barrera, nacido en 1968, inició su actividad en la década de los años 1980, involucrado desde un comienzo con grupos al margen de la ley.
Su hermano Ómar Barrera lo convenció de que abandonara Bogotá y se trasladara al departamento selvático del Guaviare, en el sur del país, uno de los principales territorios de cultivo de coca en esos años. Su primer oficio fue mezclar químicos con los que se refina la pasta de coca.
Al poco tiempo de estar en San José del Guaviare, capital de ese territorio, su hermano Ómar fue asesinado, por lo que «El Loco» juró entonces cobrar venganza. Las crónicas de entonces señalan que dio muerte a los hombres que mataron a su hermano y desde entonces se convirtió en una figura temida y en un «capo».
Inició sus propios «negocios» en el narcotráfico y no dudó en pactar alianzas con paramilitares, con otros mafiosos e incluso con jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
De acuerdo con expedientes judiciales, Barrera había sido capturado en San José del Guaviare en febrero de 1990, pero ese mismo año logró escapar.
Una de las alianzas «más sanguinarias» de «El Loco» Barrera fue con Pedro Oliverio Guerrero Castillo, alias «Cuchillo», muerto en una operación especial de las autoridades colombianas en diciembre de 2010.
Ambos «capos» libraron una sangrienta guerra contra Miguel Arroyave, quien finalmente fue asesinado, para hacerse dueños del manejo de rutas y del mercado de las drogas.
Tras romper sus «relaciones» con las FARC, Barrera creó, junto a «Cuchillo», el Ejército Revolucionario Popular Antisubversivo de Colombia (Erpac). Pero al morir «Cuchillo», las autoridades colombianas enfilaron todos sus esfuerzos en perseguir a Barrera hasta que cayó en Venezuela.
Bogotá, 8 jul (EFE).-