El papa Francisco apareció en el Vaticano caminando con la ayuda de un bastón y sin la silla de ruedas que había empezado a usar por sus problemas en la rodilla derecha y que le obligaron a suspender el viaje a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur previsto para principios de julio.
El pontífice llegó hoy con paso lento al aula Pablo VI para la audiencia con el movimiento Neocatecumenal pero mucho más seguro que antes de someterse a las infiltraciones en la rodilla para curar los dolores que sufre y que le impiden estar mucho tiempo de pie o andar.
Francisco no ofició este sábado la misa de clausura del X Encuentro de la Familia y se limitó a leer la homilía, pero sí se le vio dar unos primeros pasos con la ayuda de un bastón.
Tras anular el viaje a África, el portavoz vaticano, Matteo Bruni, destacó que el viaje se había aplazado porque «los médicos consideraron que un esfuerzo excesivo podría hacer que volviese a la situación anterior y no recuperar las ventajas logradas hasta ahora».
Hace algunos días, durante la reunión con los obispos italianos, Francisco les confesó que no quería operarse y que continuará con las infiltraciones para curar su dolencia, según reveló el diario «Il Messagero».
Mientras que el Vaticano confirmó la pasada semana el viaje que Francisco realizará a Canadá del 24 al 30 de julio.